La Corona británica vive al día, eso es un hecho. Cualquier previsión a medio plazo es imposible habida cuenta de la salud del Rey Carlos III y de la Princesa de Gales, Kate Middleton . En este contexto queda la figura enigmática del Príncipe Guillermo , de quien dicen que no se encuentra cómodo en su papel de primer espada de la monarquía. Y justo ahora, en pleno debate sobre el futuro del sillón real, él mismo se ha encargado de sembrar las dudas sobre su disposición o capacidad para dar un paso al frente porque, según ha declarado, no le gustan las responsabilidades . Cada comunicado oficial que saca la Casa Real británica pone de los nervios a los fans de la monarquía. Ya se temen lo peor. Lo último ha sido la baja de la Reina Camila por una infección de pecho. Antes fueron los partes casi semanales de la evolución de los tumores de Carlos III y Kate Middleton. Por eso, cada aparición de ambos es celebrada con alegría. En todo este tiempo, una figura ha quedado en un segundo plano cuando muchos esperaban un papel protagónico. Es el del Príncipe Guillermo,quien supuestamente debía ser la gran representación real en ausencia de Carlos III por motivos de salud y del Príncipe Harry, allá en Montecito, por motivos de conciencia. Y el papel del hijo del rey no ha sido ni secundario. No es habitual escuchar al príncipe Guillermo realizar confesiones tan importantes de su vida más personal. Durante su último viaje a Sudáfrica con motivo de los Premios Earthshot se ha sincerado con la prensa y ha reconocido haber vivido el año más «difícil» de su vida en el que su mujer, Kate Middleton, y su padre, Carlos III, han tenido que luchar contra el cáncer. Su papel ha sido el de marido, el del cuidador y confidente de Kate Middleton. Ha apostado por el perfil más humano, según defiende, si bien muchos creen que simplemente se ha quitado de en medio porque va más con su perfil y se siente más cómodo lejos de los focos . Ha sorprendido su última aparición pública en uno de esos actos solitarios en los que se siente más cómodo. Mucho más que en los institucionales. Y allí se ha mostrado más sincero que nunca, en declaraciones recogidas por 'The Mirror'. Cuando le preguntaron sobre cómo había afrontado esta etapa tan complicada, confesó: « ¿Honestamente? Ha sido terrible. Probablemente, haya sido el año más difícil de mi vida ». «Tratar de superar todo lo demás y mantener todo en orden ha sido realmente difícil . Pero estoy muy orgulloso de mi esposa, estoy orgulloso de mi padre, por manejar las cosas que han hecho. Pero desde un punto de vista personal, desde el punto de vista familiar, ha sido brutal», ha manifestado. El Príncipe Guillermo ha elegido permanecer en todo momento al lado de su mujer y se ha ausentado durante largo tiempo de sus deberes reales. Los más sentimentales aplauden que quiera estar con su mujer . Los más pragmáticos critican que haya dejado un vacío institucional eludiendo sus responsabilidades . Y este es el quid de la cuestión y lo que ha hecho aumentar el debate sobre cuál es el futuro de la Corona británica. «Es complicado. ¿Que si me gusta más responsabilidad? No », ha afirmado tajantemente el Príncipe Guillermo ante los medios. El hijo de Carlos III no ha escondido que donde se siente más cómodo es con los proyectos solidarios antes que con los actos institucionales. «¿Me gusta la libertad de poder construir algo como Earthshot? Entonces sí. Y ese es el futuro para mí . Es muy importante con mi rol y mi plataforma que esté haciendo algo para bien», ha resumido para dejar claro cuáles son sus intereses. Y estos no pasan precisamente por una devoción por la Corona. Por si las dudas: « Disfruto con mi trabajo y disfruto controlando mi ritmo y asegurándome de tener tiempo para mi familia también».
abc.es