El concepto de Miss Universo ha variado conforme lo ha hecho la sociedad. Sin ninguna duda, la belleza es un factor importante, pero no el único que el jurado tiene en cuenta a la hora de tomar una decisión. Prueba de ello es que, en otras ediciones, algunas de las que en un principio se postulaban como favoritas, no lograron clasificar en el primer corte eliminatorio. Los días previos a la gala final, todas las candidatas tienen una entrevista con el jurado que puede ser concluyente, pues les pueden conocer mejor que cuando brillan en la pasarela. Y aunque el contenido de la charla con los miembros del jurado, quienes finalmente deciden la mujer que se lleva la corona, no acontece en público, son muchas las que se preparan para dar una buena impresión. Michelle Jiménez , la representante española , ha confiado en Hugo de Almeida , 'coach' de reinas de de belleza a nivel internacional. ABC se ha puesto en contacto con él para conocer, de primera mano, cómo ha sido la preparación de Jiménez durante las seis semanas que han transcurrido desde que ganó Miss Universo España hasta que cogió un vuelo rumbo a México para la celebración del certamen internacional. «Michelle es una mujer que ha entendido dos reglas principales en el área de la comunicación efectiva: que cantidad no es calidad -muchas personas se olvidan que lo importante es la esencia de lo que queremos decir, transmitiendo un mensaje desde la asertividad, elocuencia y autenticidad- y que cuando logramos comunicar siendo nosotros mismos, podemos conquistar generando una conexión con nuestra audiencia. Obviamente aplicando habilidades y herramientas de comunicación». explica de Almeida. También cree que la española, gracias a su «gran historia de vida», «hace que muchas personas se sientan identificadas. Ella personifica lo que es ser una verdadera líder transformacional. Con sus vivencias, logra inspirar y tocar fibras». Algo muy importante en la actualidad en los certámenes de belleza: «Tienes que querer ser una voz de cambio en la sociedad y, sobre todo, demostrarlo». La joven, que goza de una madurez superior a la de otras mujeres de su edad, ya tenía una buena base a la hora de comunicar cuando se convirtió en la representante de España, pero en las últimas semanas «ha tenido una evolución en todos los ámbitos. En el área de oratoria trabajamos en fortalecer las herramientas, identificar debilidades y darle mayor solidez a ese mensaje que quiere transmitir». Uno de los grandes temores de las candidatas es errar en el momento de la pregunta final, «un momento icónico y decisivo porque es la última carta que puede llevarte o alejarte de la corona». Más de una vez, los nervios han jugado malas pasadas y no han sabido responder a la cuestión. «El principal consejo que le he dado para controlar ese nerviosismo es que hay que saber escuchar. Todos oímos, pero la clave está en identificar bien lo que se nos está preguntando y comenzar respondiendo la pregunta. Tiene que confiar en ella misma y no dejar que el miedo escénico le supere». Sobre esta cuestión, Hugo de Almeida asegura que, por mucho que se intente, ese pavor no puede eliminarse, pero sí «gestionarlo desde la preparación». «La clave está en dar una respuesta con una apertura, desarrollo y cierre. El cierre es importante porque es lo último que estará recordando la audiencia y, especialmente, el jurado», destaca de Almeida. En el caso de la entrevista, «la clave está en tener un discurso fuerte que logre cautivarlos desde el primer momento, que hable de ella, de su historia y de lo que busca alcanzar». Ese momento marcará la percepción del jurado antes de celebrarse la final: «Allí, puede mostrarse siendo ella misma. Tiene que disfrutar de la experiencia y recordar que es lo mismo que ir a una entrevista de trabajo, debes mostrar que eres el perfil más idóneo». Eso sí, Hugo de Almeida no las prepara sólo para ese día, también para el futuro: «Mi objetivo es que cada persona pueda desarrollar habilidades y herramientas que le sean útiles en cualquier escenario de su vida. El reinado es un año y lo que viene después es un camino para construir carreras profesionales, se podría decir que la corona es el camino, no la meta». Por último, considera que la oratoria es uno de los puntos fuertes de Michelle Jiménez: «La puede llevar a clasificar». Aunque lo que más destaca es que la joven «quiere utilizar la corona como una herramienta para ayudar a los demás, su propósito va más allá de su beneficio personal. Eso puede conquistar el universo». Prueba de ello es que su candidatura cada vez suena con más fuerza, entre los fanáticos de Miss Universo, desde que han podido ver cómo se expresa, cómo se desenvuelve en las actividades que preparan durante la concentración y su cercanía con el resto de sus compañeras. En concreto, con la representante de Guatemala, con la que comparte habitación.
abc.es