La segunda consecuencia a las protestas de las asociaciones vecinales que denunciaron los conciertos del Bernabéu es la medida del club de bajar el volumen de la megafonía en los partidos. La primera fue la cancelación de los conciertos hasta marzo del 2025. El Real Madrid decide que no vale solo con ser bueno, sino que también hay que parecerlo y en esta problemática, de enorme impacto económico para el club, lo mejor es llevarse bien con los vecinos.
Esto pasa por acometer unas obras de insonorización del estadio que permitan la reapertura del nuevo estadio para eventos de ocio. Mientras se ponen en marcha los proyectos, se toman las decisiones con el Ayuntamiento, con la predisposición del alcalde José Luis Martínez Almeida, lo conveniente es molestar lo menos posible. Eso pasa porque el Bernabéu, en los días de partido, moleste lo menos posible.
Los perjudicados pasan a ser los aficionados que acuden al estadio para vibrar y disfrutar con el ambiente musical de antes, durante y al final de los partidos. La medida de bajar el volumen de la megafonía repercute en menos ruido durante el calentamiento, al descanso de los partidos y en el himno que retumbaba al finalizar los encuentros. El nuevo Bernabéu no solo se ha reformado para lucir el techo retráctil y el césped que sale y entra del hipogeo. Incluye la innovación de la última tecnología de luces y sonido que provocan emociones fuertes a los espectadores.
En los dos partidos siguientes a la cancelación de los conciertos, los aficionados han echado de menos la fiesta musical de un Bernabéu que ha bajado el volumen de la megafonía en el estreno de la Champions contra el Stuttgart y el partido de Liga contra el Espanyol. Se mantiene el volumen en las alineaciones, el resto sufre ajustes a los que se tiene que adaptar el speaker.
"Te la estás jugando...". Munuera Montero, a Mbappé. #DeportePlus #LALIGAEASPORTS https://t.co/s3s1Wh2SkX pic.twitter.com/juK40CG78L
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) September 21, 2024El ruido está ahora en el césped. Lo que se vio en el partido contra el Espanyol con las protestas de Mbappé, Bellingham y Vinícius al árbitro José Luis Munuera Montero fue un espectáculo de alta tensión. El dato es llamativo. El Real Madrid hizo siete faltas y recibió cuatro tarjetas amarillas. Fede Valverde fue el otro amonestado.
En el Real Madrid están indignados con el desproporcionado abuso de autoridad del colegiado andaluz y, principalmente, con la acción y el tono amenazante con el que se dirigió a Mbappé para advertirle de que podía ser expulsado. "Te la estás jugando", es el aviso del colegiado a modo de intimidación.
Vinícius y Bellingham, fichados
Munuera Montero es el primer árbitro que saca una tarjeta a Mbappé en España y estuvo cerca de echarle del campo en un partido limpio, fácil de llevar, donde hubo cero polémicas. La tarjeta al francés es producto de un aspaviento del delantero que el colegiado le recriminó como una falta de respeto. Mbappé reaccionó con frustración a un fuera de juego. Levantó la mano al aire y no abrió la boca. No pareció tan grave, pero Munuera Montero, sensible al gesto, debió entender que el acto era merecedor de castigo por una desconsideración. No se trata de perdonar, ni ser benevolente, pero quedó algo de imagen de justiciero más que de impartir justicia.
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De lo de Mbappé se pasó a las protestas de Vinícius y Bellingham. Más ostensibles e intensas. Los dos están fichados por los árbitros. El brasileño es un caso más sensible que el inglés. El estamento arbitral está cansado del comportamiento desafiante de Vinícius. A Bellingham le han cogido la matrícula desde que la temporada pasada fuera expulsado por Gil Manzano en Mestalla. El inglés fue sancionado con dos partidos de suspensión por tener una actitud agresiva y dirigirse al árbitro a gritos, según el acta. Los árbitros miran con lupa las reacciones de menosprecio y desconsideración de los jugadores del Real Madrid.
Los decibelios suben en el campo con las tres tarjetas a Mbappé, Bellingham y Vinícius en un contexto donde el Real Madrid mantiene una guerra contra el sistema arbitral de Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y Clos Gómez, responsable del VAR, y ataca con los vídeos en su canal de televisión. Ancelotti califica las tres tarjetas amarillas como "severas" y apunta a un cambio de criterio arbitral. La primera tarjeta en España a Mbappé ha sido demasiado rigurosa y provoca desconcierto.
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