La reforma legislativa que adelantará la salida de prisión de hasta 52 etarras , siete de ellos de forma inmediata, está ya en vigor y dentro de poco empezarán a materializarse sus consecuencias. El PP y Vox sin embargo no quieren dejar pasar por alto esta «ignominia» del Gobierno y este miércoles han aprobado que el Senado inicie el choque institucional con el Congreso. Lo habían pedido ambos partidos, aunque solo ha salido adelante la propuesta de conflicto de atribuciones registrada por los populares y no la de Vox. La ley, una trasposición de una norma europea, llegó a la Cámara Alta sin oposición de ningún partido y, en consecuencia, no se presentaron enmiendas ni vetos al texto remitido por el Congreso. En ese trámite fue cuando salió a la luz la enmienda «colada de tapadillo» , en acuerdo con Bildu, para que las condenas cumplidas en otros países descontaran tiempo de prisión en España, beneficiando a decenas de presos etarras. PP y Vox desplegaron entonces toda una batería de maniobras para intentar frenar la tramitación . Fue en su último paso, en la votación en el Pleno, cuando el presidente de la cámara, el popular Pedro Rollán , asumió el voto mayoritario en contra como un veto, argumentando que así lo avalaba un informe jurídico de la secretaría general, y remitió la ley al Congreso para que tuviera que ser votada de nuevo. El Congreso sin embargo rechazó esa interpretación del presidente del Senado y tomó la decisión de enviar la norma al Gobierno para su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y entrada en vigor, lo que ocurrió el pasado día 8 de noviembre. «Si no defendemos nosotros la dignidad de esta Cámara, ¿quién lo hará? -ha preguntado este miércoles la senadora del PP María Salom-. No todo vale para que Pedro Sánchez siga un poquito más en el Palacio de la Moncloa a costa de usar las instituciones a su conveniencia y retorcer el Estado de derecho». «Es una irresponsabilidad tensionar al límite los poderes del Estado para que el señor Sánchez pueda seguir al frente del Gobierno», ha abundado su compañero Antonio Silván. «Si el rechazo de la totalidad de un texto legislativo por mayoría absoluta no es un veto, ¿entonces qué es?» , ha preguntado. «Es un veto fantasma que nadie pidió, nadie debatió y nadie votó» , ha respondido desde el PSOE el senador Antonio Magdaleno, que ha acusado al PP de no acatar la Constitución y se ha preguntado «qué serán capaces» de hacer los populares en el Gobierno si actúan de esta manera en la oposición, creando «una atmósfera política irrespirable» . También la portavoz de Vox, Paloma Gómez, ha cargado contra el Gobierno y ha acusado a Sánchez de «triturar» el Estado o tener un «trastorno de identidad» con las instituciones poniéndolas a su interés. «Todo lo que vemos y sufrimos a diario se trata de un proyecto personal», ha denunciado. «El PSOE está haciendo un uso indecente del Congreso, aprueba por la puerta de atrás medidas que benefician a sus intereses particulares -ha subrayado-. El Gobierno del PSOE es lo opuesto al Estado de derecho, no respeta la separación de poderes».
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