El Supremo impone prisión permanente al asesino de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas

Los jueces entienden que es un "asesino en serie" y elevan su sanción penal por matar a tres mujeres a las que obligó a consumir la droga, condenado también por intentar hacer lo mismo con seis víctimas más

Archivo - La Justicia rechaza la prisión permanente revisable para el asesino de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas

El Tribunal Supremo ha impuesto prisión permanente revisable y otros 137 años más de cárcel para el hombre que asesinó a tres mujeres en València, Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas, e intentó hacer lo mismo con otras seis mujeres más provocando sobredosis de cocaína a sus víctimas. Los jueces entienden que se trata de un “asesino en serie” y se le debe aplicar la pena máxima por el crimen de Calvo, cuyo cuerpo todavía no ha sido encontrado, y eleva también a 140.000 euros la indemnización que debe pagar a sus padres.

Los jueces declaran probado en firme que el asesino, Jorge Ignacio Palma, ya tenía varios antecedentes penales cuando empezó a asesinar mujeres que se prostituían en València. Condenas por conducir a más velocidad de la permitida y por traficar con drogas en Paterna, Navarra e Italia que habrían supuesto su expulsión del país en caso de haberse ejecutado.

Según la sentencia, entre 2018 y 2019 el delincuente concertó varias citas con mujeres vulnerables que se prostituían y especificaba que quería que fuera una “fiesta blanca” y que ellas, como condición, consumieran cocaína con él. Según los jueces, aprovechaba que eran mujeres en situación económica extremadamente precaria, varias de ellas consiguiendo dinero para mantener a sus familias tal y como refleja la investigación. En ocasiones obligaba a sus víctimas a consumir la droga en su bebida o se la introducía por la vagina y el ano sin su permiso.

Varias mujeres sobrevivieron y no sufrieron una intoxicación aguda al darse cuenta y conseguir extraerse la droga del cuerpo antes de que fuera demasiado tarde. Pero tres murieron y el cuerpo de una de ellas, Marta Calvo, nunca fue encontrado. Después de su muerte, el asesino compró guantes, bolsas de basura y sierras en Ollería y, según dijo a la Guardia Civil, tiró los restos mortales de la joven en distintas localidades cercanas. La Guardia Civil buscó “sin descanso” sus restos mortales sin que los padres de la víctima hayan podido evitar el “padecimiento añadido” que les ha provocado que el asesino no haya revelado su ubicación real.

En un primer momento los tribunales de la Comunidad Valenciana impuso al criminal casi 160 años de cárcel por todos los crímenes, tanto los consumados como los intentados, pero ahora el Tribunal Supremo entiende que la reiteración en sus asesinatos debe elevar la sanción de uno de los crímenes a la prisión permanente revisable. Se trata de un “asesino en serie”, dice el Supremo, y la ley permite imponer esta condena máxima.

Los jueces también aumentan a 140.000 euros la indemnización que debe pagar a los padres de Marta Calvo por los padecimientos derivados de no haber encontrado su cuerpo y haber estado sometidos a la negativa del asesino a revelar su paradero. Desde un primer momento, entre todas sus víctimas, debe pagar más de 600.000 euros.

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