En los dry martinis que sirven en los bares de moda de Hell's Kitchen hay aceitunas en un palillo. Y también las hay en las pizzas que sirven desde hace casi 50 años en Joe's Pizza, en el Greenwich Village. Y hasta hace no tanto tiempo muchas de esas aceitunas llegaban desde España. Es lógico si se tiene en cuenta que dos de cada diez de las aceitunas de mesa que se producen en el mundo salen de aquí, como principal país productor de un sector netamente mediterráneo. Y más de la mitad de esas aceitunas españolas tienen su origen en Sevilla. Pero la situación cambió en 2018, cuando Donald Trump, en su agresiva política proteccionista, instauró un arancel a los olivos andaluces que ha supuesto una pérdida de 270 millones de euros a un sector clave en Andalucía.
La victoria del candidato republicano en las presidenciales de EEUU añade incertidumbre a los aceituneros andaluces y, sobre todo, sevillanos. El magnate neoyorquino anunció en campaña un redoble de los aranceles, con un 10% más a los alimentos, pero la realidad es que en el sector llueve sobre mojado. El origen del pleito por la aceituna de mesa parte de la industria olivarera de California, que se alió con el discurso proteccionista de Trump. Pero durante los cuatro años del demócrata Joe Biden en la Casa Blanca, la situación no ha mejorado. "Siguió todo exactamente igual", expresa Francisco Rodríguez, responsable de aceituna de mesa en COAG Andalucía.
Según los cálculos de COAG, antes de la llegada de los aranceles el sector español de la aceituna de mesa vendía producto por valor de 70 millones de euros a EEUU, una cantidad que desde entonces ha caído a 20 o 25 millones anuales. En estos seis años, suman los 270 millones de euros a los que aluden tanto COAG como Asaja, otra de las organizaciones agrarias que vienen reclamando una solución a esta crisis provocada por una guerra comercial. "EEUU es un mercado grande", expresa Rodríguez, que admite que otros mercados del mismo calibre, como China o India, no son consumidores de las aceitunas de mesa, por lo que no han podido sustituir al completo el agujero que dejan las caídas en las importaciones estadounidenses.
"La agricultura suele utilizarse como moneda de cambio", se queja el representante de COAG, que alude a guerras comerciales motivadas, por ejemplo, por la competencia entre Boing y Airbus en el campo aeronáutico. Biden se estrenó en la Casa Blanca con una llamada de atención de la Organización Mundial del Comercio (OMC), recuerdan desde Asaja, donde también admiten que se creó un panel entre la UE y EEUU para analizar el conflicto. "Y sus recomendaciones fueron incumplidas" por el todavía presidente demócrata.
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Esta pérdida para los aceituneros andaluces no ha contado con apoyo de la UE, se quejan en las dos organizaciones agrarias. Y todo ello a pesar de que el origen del arancel, del 35%, son una respuesta a las ayudas de la Política Agraria Común (PAC). "Entendían que eran ilegales", apuntan desde Asaja. La OMC ya falló en 2021, con Biden como presidente, contra esta posición de EEUU. "La UE ya está facultada para imponer medidas de represalia en forma de aranceles como medida de presión para que [EEUU] elimine los aranceles a la aceituna negra", insisten en Asaja.
El mensaje de las organizaciones agrarias de Andalucía es de cierta resignación después de los últimos seis años, con los mandatos de Trump y Biden en la Casa Blanca, pero hay otras zonas de la comunidad donde también miran con cierta incertidumbre el cambio en Washington D.C. Si las tesis del magnate republicano sobre comercio son conocidas, también lo son las relacionadas con la política exterior. Y en Rota confían en que la apuesta por mirar hacia dentro de Donald Trump no suponga ningún cambio en el impulso que han recibido en los últimos años la presencia estadounidense en la base aeronaval que comparten la US Navy y la Armada española.
"Espero que eso no cambie", dijo este miércoles el alcalde de la localidad gaditana Javier Ruiz Arana, en declaraciones recogidas por EEUU. La confianza del regidor roteño es lógica si se tiene en cuenta que hace apenas dos semanas llegó el quinto buque destinado por los estadounidenses a la instalación militar. Se trata del primero de los dos destructores de la clase Donald Cook que deben arribar al muelle roteño en los próximos meses, como resultado de un acuerdo impulsado por Biden y Pedro Sánchez en el contexto de la cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid en 2022.
Según ha relatado Ruiz Arana, la presencia de los seis buques genera beneficios económicos en Rota y también para "la defensa nacional", pero ha asegurado que la victoria de Trump no tiene una incidencia "muy directa" en la localidad. Es cierto, insiste, que el anterior mandato de Trump no derivó en una "transformación" de la presencia norteamericana en el municipio gaditano, más allá de una cierta predilección por las empresas estadounidenses en las labores relacionadas con el mantenimiento o la gestión externa de la base.
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