La crisis de juego en el Real Madrid se lleva por delante a Tchouaméni, lesionado con un esguince en el tobillo izquierdo. Puede estar de baja alrededor de un mes. El centrocampista que vino para ser el nuevo Casemiro es una calamidad en la posición de pivote y un recambio de urgencia para Ancelotti por si hace falta un central. Hay jugadores que caen de pie en el Real Madrid y otros en desgracia. Tchouaméni está en el saco de los segundos.
El Bernabéu dictó sentencia en el partido contra el Milan y pitó al francés tras el gol de Morata. Una acción que nace de una pérdida del mediocentro del Real Madrid y provoca un desbarajuste defensivo. Tchouaméni sale en las fotos de los primeros dos goles del equipo italiano. Va flojo al marcaje de Thiaw en el gol de cabeza tras un saque de esquina y muestra inseguridad en el segundo de Morata.
El mayor problema que tiene es que Ancelotti le quitó en el descanso y su decisión ratifica que el entrenador desconfía del francés. Ancelotti ve puntos débiles en Tchouaméni desde hace tiempo. En Vigo le tuvo que corregir con insistencia porque no se enteraba de que, en la improvisada defensa de cinco, tenía que jugar de tercer central con balón y de mediocentro sin él. En el Clásico también lo mandó al banquillo por su fragilidad para hacer compacto al equipo y darle salida al balón.
Contra el Milan le dio una nueva oportunidad, pero decidió que era mejor que Modric le acompañara de inicio, en una posición más retrasada del croata, para tener fluidez en el juego. Tchouaméni fue un desastre en un primer tiempo. Empezó acelerado, con una patada violenta a Morata, y una sucesión de errores en pases y colocación que arrastraron al equipo al naufragio.
A Tchouaméni las críticas que le corresponden, pero este gol me irrita muchísimo con la actitud de varios defendiendo. El primero Vinicius, que dimite incomprensiblemente de la acción: pic.twitter.com/iNefal5eDj
— Madrid Sports (@MadridSports_) November 6, 2024Tchouaméni produce un bajonazo entre los madridistas que se sienten decepcionados con la falta de jerarquía que tiene su equipo en el campo. Esta es la razón por la que el Bernabéu pita al francés. Se puede estar más o menos acertado, pero la versión de Tchouaméni es pobre en todas las facetas: no da equilibrio en el centro del campo, no es fino en la construcción y le falta la contundencia para intimidar que tenía Casemiro.
Se agota la paciencia
No es el Aurélien Tchouaméni que impresionaba en el Mónaco y que cuando fichó por el Real Madrid entró por los ojos. Venía un centrocampista despampanante, que llamaba la atención por su planta, físico y que Florentino presentó como un talento que rechazó ofertas más importantes (PSG y Liverpool). "A partir de ahora vas a vivir experiencias únicas y sentirás una fuerza difícil de explicar. La fuerza del Santiago Bernabéu", dijo el presidente en su alocución.
El humillado Ancelotti pone el ventilador y acusa a los jugadores de ser unos vagosUlises Sánchez-FlorEn este escenario inesperado de anarquía táctica y mediocridad futbolística, la reacción de Ancelotti es sacudir a los jugadores por su desgana, escaso sacrificio y concentración
Tchouaméni no vivió la experiencia única de jugar la final en Wembley por una lesión de estrés en el pie izquierdo que le está dando demasiada guerra. Y la fuerza del Bernabéu que ha sentido ha sido el runrún y los pitos de desaprobación. Demasiadas lesiones y desengaños acumula un futbolista que ocupa la posición clave para darle equilibrio al equipo. No se hace con la sala de máquinas y el bloque se le parte en dos.
La paciencia se agota con un futbolista que costó 80 millones de euros (más 20 en variables) y no cumple con las expectativas, lo que provoca que se le mire con recelo y se le empiece a señalar como un timo. Si no tiene nivel para sostener al equipo de mediocentro, que pase a ser central. Al francés se le ve sufrir en el campo y es ya el caso más delicado dentro del cuerpo técnico. Por encima de Mbappé, del que se espera que acabe su mala racha con el gol.
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