A pocos días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Elon Musk (53 años) no solo está activo en la arena política sino que también ha tomado una decisión trascendental en su vida privada. El multimillonario, conocido por sus ideas vanguardistas y su defensa de una humanidad en crecimiento, ha adquirido recientemente un lujoso complejo de mansiones en Texas, valorado en 35 millones de dólares, con el objetivo de crear un espacio donde sus once hijos —de tres madres distintas— puedan convivir en un entorno de «armonía familiar». Según fuentes cercanas, Musk aspira a que sus hijos y dos de sus tres madres residan en propiedades contiguas, para facilitar las visitas y estrechar los lazos familiares. «Espero que esta unión fortalezca su relación como hermanos», ha expresado el empresario a su entorno, de acuerdo con declaraciones recopiladas por el 'New York Times'. Para él, reunir a sus hijos es una manera de fomentar la conexión y la cohesión familiar, pese a los desafíos que su agenda de empresario le imponen. Este nuev o hogar, descrito como una villa al estilo italiano de más de 4.000 metros cuadrados, se asemeja a una villa de la Toscana y se alza como una extensión de sus ambiciones, no solo en el ámbito empresarial sino también en el personal. El plan incluye que Shivon Zilis (38 años), ejecutiva de Neuralink y madre de sus gemelos Strider y Azure , ya se haya mudado a una de las casas del complejo. Además, se unirá Claire Boucher (36 años), conocida artísticamente como 'Grimes', madre de tres de sus hijos. Sin embargo, la unión familiar no es la única motivación para Musk, quien es ferviente defensor de la necesidad de aumentar la natalidad a nivel global, convencido de que la humanidad enfrenta un futuro incierto si la población continúa disminuyendo. Ha expresado esta preocupación abiertamente en sus redes sociales, afirmando que « tener hijos debería considerarse una emergencia nacional«. En línea con este pensamiento, Musk ha destinado 10 millones de dólares a un estudio de fertilidad en la Universidad de Texas y se ha convertido en una figura influyente para aquellos que, como él, comparten esta visión pronatalista. Pese a su dedicación hacia este hogar en Texas, el magnate ha dejado claro que sus cinco hijos mayores, fruto de su matrimonio con Justine Musk (52 años), podrán visitar el lugar siempre que deseen, aunque algunos, como su hija Vivian, se encuentran distanciados del empresario por diferencias relacionadas con su identidad de género, una situación que Musk atribuye a la «mentalidad progresista» de la sociedad actual. Mientras tanto, el magnate continúa desplegando su influencia en otros ámbitos. Afincado temporalmente en Pensilvania, Musk colabora con la campaña de Donald Trump (78 años), al que ha brindado su respaldo y considerable apoyo económico. Se rumora que ha donado millones de dólares a los esfuerzos republicanos, incentivando a los votantes en estados decisivos a elegir al candidato. Este ambicioso proyecto familiar es una faceta más de Musk, quien sigue siendo una figura polémica, tanto en su vida pública como privada. La visión de un hogar común para sus hijos y sus respectivas madres refleja su particular filosofía sobre la familia y el futuro, aspirando a ser un modelo para quienes, como él, creen en un «crecimiento familiar sostenible» que impulse a las futuras generaciones.
abc.es