Era feliz con el audio de mi tele. Conecté esta barra de sonido y me di cuenta de mi error

Si hay algo que he aprendido después de tantísimos años pasando revista a dispositivos electrónicos de toda clase, es que cualquier televisor, por muy negros puros o brillantes que sean sus imágenes, es susceptible de mejorar cómo reproduce la música, los efectos sonoros o los diálogos. Una vez tomas la decisión y enchufas una barra de sonido por primera vez, ya no hay vuelta atrás.

Los más ambiciosos, los que quieren unos graves de esos que hacen vibrar el sofá cada vez que se ve una explosión en pantalla, suelen echar mano de un subwoofer. Los que quieren rizar el rizo y montar un cine en casa optan también por poner altavoces traseros para que parezca que el sonido viene por todas partes. Eso sí, montarse un equipo así requiere echar billetes a la inversión.

Pueden respirar. Para mejorar el sonido de la flamante smart TV que preside su sala de estar no tienen que ponerse a atiborrar la casa de aparatos. Es más, hay una generación de barras de sonido que aspiran, incluso, a cubrir las necesidades y los gustos auditivos de una gran mayoría de personas por sí solas, sin muleta ninguna. Uno de los que más ha dado que hablar y más ha explorado este camino ha sido Sonos, ese fabricante que ya ha conseguido colarse en la élite del mercado de audio con sus equipos multiroom y que compite de tú a tú con marcas como Bose o Sony, a pesar de ser una marca mucho más joven.

Este otoño, la firma estadounidense ha renovado uno de sus productos pata negra: la Sonos Arc, un producto pensado para televisores grandes, de más de 55 pulgadas. Era algo que se esperaba desde hace tiempo y, después de meses de muchas filtraciones, la Sonos Arc Ultra, que es como se llama esta nueva versión, ya es una realidad. La hemos probado a fondo durante unas semanas para saber lo bueno, lo malo e intentar dar las claves para saber si merece darle un meneo a la tarjeta de crédito para meter este aparato en casa.

Como decía, si tienes una smart TV pequeña o mediana (hasta 45 pulgadas), esta barra de sonido se te va a quedar ‘grande’. Si tienes un presupuesto corto, también: este equipo salió al mercado por 999 euros. Eso sí, la magia del Black Friday ha hecho que baje momentáneamente y se pueda encontrar por poco más de 800 euros en algunos establecimientos.

¿Por qué Ultra?

Hay que hacer algunos apuntes. El apellido Ultra suele venir a significar que hay un modelo Pro, que a su vez suele significar que hay un modelo mundano. Aquí solo hay un único modelo, la Sonos Arc Ultra. Podrían haberle llamado Sonos Arc 2, pero probablemente la elección del nombre haya sido más para lanzar el mensaje de que hay una renovación realmente importante y que el rendimiento mejora mucho sobre la anterior generación.

El fuselaje mantiene el espíritu de la primera versión. Es un enorme tubo achatado. No han innovado mucho en lo que se refiere a los colores y han seguido esa norma no escrita de la industria en la que los acabados más habituales suelen ser el negro o el blanco. Aunque a primera vista pueda parecer excesivamente similar, hay más modificaciones de lo que parece.

Foto: M. McLoughlin.

Imaginen que aplasta una croqueta. ¿Qué pasará? Al espachurrarla contra el plato, la masa se deformará y ocupará más espacio. Pero será más plana. Eso es lo que le ha ocurrido, en parte, a este aparato. Como si lo hubiesen cogido de cada extremo y hubieran tirado, ahora es 4 centímetros más largo, pasando de 1,14 metros a 1,18. Lo bueno es que su altura ha disminuido. Algo más de un centímetro. Puede parecer una minucia, pero no. Cuanto más fina sea una barra, menos probabilidades de que moleste en el visionado. A veces no hace falta ni que tape la pantalla. Con que esté justo al límite ya puede hacerse raro y molesto para muchos. Por eso es importante fijarse en el tipo de pies o peana que tiene nuestra tele y ver que son más altos que la barra de sonido.

La Sonos Arc Ultra es igual de minimalista que su predecesora. Como en la práctica totalidad de estos dispositivos de este tipo, las conexiones se ocultan en la parte trasera. Está colocado el puerto HDMI, la toma de corriente, un puerto ethernet, el clásico botón de emparejamiento (que también sirve para activar el modo bluetooth) y uno para bloquear los micrófonos, al estilo de los que tienen los altavoces Echo de Amazon. No hay puerto óptico, que es un recurso para conectar barras de sonido a teles más antiguas. Aquí la opción es el HDMI, que es compatible tanto con el estándar ARC o eARC, que ofrece un menor nivel de compresión de la señal.

Estos auriculares son completamente diferentes y todos te los van a intentar venderM. McloughlinLos auriculares abiertos son una de las modas del año. Pero no son en absoluto para todo el mundo. Una guía para entender las propuestas de Nothing, Bose, Xiaomi o Huawei y saber si encajan con lo que buscas

En la parte superior hay dos nuevos controles. Uno, a la izquierda, para activar de forma manual el asistente de voz (puedes optar por Assistant, por Alexa o por el propio asistente de Sonos). Otro, a la derecha, para deslizar el dedo y subir o bajar el sonido.

Por lo demás, poco más que resaltar. Hay un logo de Sonos, discreto, en la parte frontal. Y poco más. Es un diseño sobrio, elegante y que va a quedar bien en cualquier salón. Si abriéramos la barra de sonido (cubierta en su mayoría por un diseño de rejilla), nos encontraríamos un total de seis altavoces de alta y gama media, un subwoofer completamente rediseñado y un total de siete tweeters, de los que algunos apuntan hacia los laterales y hacia arriba para crear el efecto del audio espacial.

El viaje del 5.0.2 al 9.1.4

La Sonos Arc Ultra es una barra de sonido 9.1.4. ¿Por qué es importante este número? Porque indica el número de altavoces que contiene el dispositivo. La primera cifra señala los que están en el plano frontal y lateral. La segunda, el número de altavoces dedicados a los graves (subwoofer). La tercera son los que emiten el sonido hacia el techo con el fin de generar el audio inmersivo. La forma de sentir tecnologías espaciales como Dolby Atmos en todo su esplendor sería colocando altavoces en el techo. Como esto no siempre es posible (conozco a pocas personas que estarían dispuestas a hacerlo en su casa), lo que se hace es virtualizarlo. Esto, sin entrar en demasiados vericuetos técnicos, es lanzar el sonido contra la pared o el techo para simular que la mezcla viene de todos lados.

El 9.1.4 es un salto notable porque su predecesora era una 5.0.2. Si querías darle un poco de chicha a los graves, tenías que recurrir al Sonos Sub, lo que suponía encarecer bastante la factura.

Foto: M. Mc.

No se puede comparar un subwoofer integrado con uno externo como es el Sonos Sub, pero me atrevo a decir que la Arc Ultra, por sí sola, puede igualar al 80% el rendimiento de bajos que ofrecía la pareja Arc y Sub lanzada hace años. La clave de este avance radica en la compra de una empresa llamada Mayht, cuya tecnología le ha servido a Sonos para crear un nuevo diseño de subwoofer integrado.

Fui bastante escéptico cuando un ingeniero de Sonos me lo explicó antes del lanzamiento del producto. Sin embargo, he comprobado en mis propios tímpanos que no había exageración en sus palabras. La reseña me ha pillado poniéndome al día con algunas series, como la segunda temporada de La Casa del Dragón. Ahí pude comprobar dos cosas: el nivel del rendimiento de audio espacial sin ningún tipo de apoyo externo y lo profundo que sonaban las notas más bajas.

Foto: M. Mc.

Es cierto que si eres un fan de los graves, puedes comprar uno de los nuevos Sub, pero particularmente no lo recomendaría a casi nadie, a menos que tengas muy claro que lo quieres. Cuando utilicé la Arc Ultra para reproducir música, aluciné con cómo sonaban las frecuencias más graves en pistas como HUMBLE. de Kendrick Lamar, SICKO MODE de Travis Scott o Basshead de Bassnectar. El resto de frecuencias responden estupendamente y tengo la sensación de que la claridad ha sido mejorada hasta el punto de no necesitar activar el modo de diálogo.

En líneas generales, me atrevo a decir que es la barra de sonido todo en uno que puedes adquirir a día de hoy.

Hablando de otras especificaciones, es interesante comentar algunos aspectos clave. El primero de todos es que la barra de sonido viene con la tecnología TruePlay, esa función que hace una especie de estudio acústico de la habitación una vez está colocada para adaptarse al entorno. Hubo un momento en el pasado en que esa función era exclusiva para los usuarios de iOS, pero ahora está disponible en Android.

Otra función interesante es que, al igual que en otros modelos de la casa, se puede emparejar con los cascos Sonos Ace. Basta con colocarse los auriculares y presionar un botón para el enlace. Esta es una opción interesante para esas parejas donde uno de los miembros cae fulminado al minuto 5 de película. Te aseguro que los bajos de esta barra tienen capacidad para despertar a muchos. Eso sí, los Sonos Ace no son precisamente baratos.

Foto: M. Mc.

En lo que se refiere a los estándares de conectividad, tenemos compatibilidad con WiFi 6 y Bluetooth 5.3, con soporte para códecs AAC y SBC. Algunos lamentarán la ausencia de un puerto extra o que no soporte audio espacial DTS:X, un estándar menos extendido que el de Dolby. Si eres usuario del iPhone o del iPad, te interesará saber que tiene AirPlay 2. Esto significa que si tienes altavoces de esta marca o de otras compatibles con esta tecnología, podrás transmitir música desde tu dispositivo iOS. Por cierto, no hay mando remoto, sino que se controla con el mando del televisor.

¿Qué ocurre con la aplicación? Para los que hayan seguido el devenir de la marca, estarán al tanto de que el software se convirtió en una auténtica pesadilla para la compañía. Creo que no existía empresa de este tamaño y este nombre que llegase a tener un gap tan grande entre hardware y software. Pero hace unos meses reconocieron su error y se arremangaron para que el accidente no acabase como un siniestro total. ¿Lo lograron? Van por buen camino. Es cierto que tienen deberes pendientes, pero en esta prueba no he tenido problema alguno. Ni tirones, ni interrupciones, ni problemas a la hora de conectarme a mi sistema ni nada parecido.

Las alternativas

Como decía, creo que a día de hoy la Sonos Arc Ultra es probablemente la mejor barra de sonido todo en uno que puedes comprar, especialmente si la pillas en una oferta que la deja en el entorno de los 800 euros. Eso no significa que no haya alternativas. Quizá no tengas nada del ecosistema Sonos y por eso no te interesa la marca. Una alternativa más que competente es la Bose Soundbar Ultra, un modelo 5.1.2.

Tiene un muy buen rendimiento de sonido y compatibilidad con Dolby Atmos, aunque no llega al nivel que ofrece la Arc Ultra en ese punto ni en los graves. Cuenta con un diseño algo más compacto (probablemente sea la que mejor relación tamaño-capacidad sonora ofrece) y la posibilidad de enlazarse con diferentes altavoces y auriculares de la marca. Actualmente se encuentra en el entorno de los 700 euros.

Si el espacio no es un problema, no te interesan las funciones ni la conectividad del entorno Sonos y quieres una experiencia aún más completa con altavoces traseros y un subwoofer externo, mi recomendación es la Q990D de Samsung. La configuración ofrece audio 11.1.1, lo que se traduce en audio espacial todavía más fiel y completo.

Además, si tienes un televisor de la compañía con tecnología Q-Symphony, los altavoces de tu smart TV se sumarán al conjunto para crear una sensación aún más envolvente. Cuenta con características como modo juego, calibración automática y un largo etcétera. A las puertas del Black Friday, el precio original se ha desplomado hasta los 899 euros. Normalmente, solía estar en 1399.

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