Solo en Getty Images, una de las agencias de fotografía más populares entre los medios de comunicación, hay 46.277 imágenes de Kate Moss desfilando en distintas pasarelas del mundo desde que en 1992 fuera elegida por Calvin Klein para ser imagen de su perfume Obssession. Aquella campaña, protagonizada junto a Mark Whalberg, la lanzó a la fama y, todavía hoy, sigue manteniéndose como una de las grandes en el mundo de la moda . A sus 50 años, acaba de presentar el bolso Bel Air para Balenciaga, un accesorio de lujo inspirado en el exclusivo barrio de Los Ángeles, y la hemos visto debutar hace dos semanas en un desfile de Victoria's Secret, en Nueva York, en el que también participaba su hija, Lila. «No era una chica de ropa interior.. No era una chica Victoria's Secret », ha confesado la modelo a 'Vogue', al aceptar el reto porque el desfile era más inclusivo y más 'body positive'. Kate , envuelta en una nube, apareció con un vestido de encaje negro transparente adornado con alas de tul negro más pequeñas de lo habitual en este tipo de eventos. Su presencia en la pasarela fue arrolladora. Y llamó la atención la fuerza con la que su hija le sigue los pasos. Descubierta por una cazatalentos en un aeropuerto, Kate Moss debutó a los 15 años de la mano de John Galliano en la Semana de la Moda en Londres. En los 90, su éxito sorprendió a todos, convirtiéndose en la antimodelo que no encajaba en los estrictos estándares de belleza de la época: sobre todo por la estatura, solo mide 1,70. Era la década de Claudia Schiffer, Linda Evangelista, Naomi Campbell o Cindy Crawford, cuya altura y cuerpos llamaban la atención. Kate tuvo una fase de su extrema delgadez, apenas pesaba 45 kilos, en la que llegó a decir «nada sabe tan bien como sentirse delgada». Hace dos años, en una entrevista a la BBC, la modelo confesó: « Nunca he sido anoréxica , nunca lo he sido. Nunca he tomado heroína. Estaba delgada porque no me daban de comer en las sesiones o en los espectáculos. Y siempre había estado delgada». Pero era joven, rebelde y su lado oscuro fascinaba a los paparazis que inmortalizaron sus juergas: borracheras interminables y rayas de cocaína en las discotecas de moda junto a Pete Doherty, el novio que la arrastró a los infiernos. Se decía que desayunaba prosecco y comía con vino y vodka. Las marcas reaccionaron cancelando los contratos: adiós a H&M, Chanel, Burberry Ingresó en varias clínicas de desintoxicación, pero no fue hasta 2017 cuando logró cerrar con éxito esta etapa de su vida: desde entonces no bebe, no se se droga y no solo intenta llevar una vida sana, practicando ayuno intermitente con zumos naturales, practica yoga y vive en la campiña inglesa, alejada del estrés. También ha apostado por hacer negocio con todo ello, creando una empresa, Cosmoss, dedicada al bienestar con productos naturales, desde cremas limpiadoras, tés o fragancias. Desde hace ocho años, el corazón de Kate Moss parece sereno: su compañero es el fotógrafo Nikolai von Bismark. Pero algunos dicen que, en realidad, la pareja es un triángulo cuyo vértice completa Skip, el nieto de Bob Marley. Por su vida han desfilado distintos actores, desde River Phoenix, Leonardo DiCaprio, Billy Zane, Daniel Craig o Johnny Depp, cuya relación fue la más intensa. Duraron cuatro años: « el apetito de ambos por el alcohol, las drogas, los cigarrillos y el sexo era voraz », confesaba un amigo de la pareja a la revista 'People'. Depp fue detenido por destrozar una habitación de hotel en la que estaban juntos. Corría el rumor de que el actor la tiró por las escaleras: ella lo negó cuando acudió a testificar a su favor en el juicio contra Amber Heard. Uno de los hombres más importantes de su vida es Jefferson Hack, editor de la revista 'Dazed & Confused', que logra darle estabilidad emocional durante un tiempo y es el padre de su única hija, Lila Grace. Pero donde más romances pescó fue en el mundo de la música: Lennie Kravitz fue el causante de su ruptura con Johnnty Depp. En 2005, Pete Doherty entró en su vida como un huracán. El líder de 'The Babysambles' y sus problemas con el alcohol, las drogas y la Justicia llevaron a Kate Moss a vivir los momentos más oscuros de su carrera , poniéndola en peligro. Con Jamie Hince, de la banda The Kills, comenzó a salir del hoyo, tanto es así que decidieron casarse en julio de 2011. Decidida a controlar su vida, Kate Moss se convirtió en empresaria, creando su propia agencia de control de talento: « No me interesa la gente guapa . Quiero gente que sepa cantar, bailar y actuar. Quiero formar estrellas». Ella, que es una marca en sí misma, tiene a su propia hija, de 22 años, para lanzarla al estrellato. Y una fortuna estimada en 70 millones de euros como colchón para lograrlo
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