Continúa el trasiego de furgonetas y maquinaria pesada en Masanasa (Valencia). Acceder al municipio de 10.000 habitantes es casi una odisea. Colas, controles y paciencia. Pese a haber transcurrido casi dos semanas desde la riada , sus calles siguen repletas de barro y decenas de voluntarios se afanan en ayudar a los dueños de las plantas bajas anegadas. La cantidad de lodo acumulado multiplica el peso de cada objeto a retirar. Entre los adultos, con igual ahínco o incluso más, una niña que, a golpe de pala, retira el fango sin achantarse. Se llama Jasma y tiene 11 años . Su madre la vigila desde el balcón de un primer piso, al que, por suerte, no afectó la riada. Justo... Ver Más
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