La obesidad es uno de los principales problemas de salud pública en España y el mundo. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2022, el 14,1% de la población en España presenta obesidad. Esta cifra, que sigue en aumento, plantea desafíos importantes para la sanidad y tiene implicaciones para la calidad de vida de las personas. La obesidad no solo afecta la apariencia física, sino que también está relacionada con numerosos problemas de salud. Las personas con obesidad tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares o apnea del sueño. Además, la obesidad puede reducir la esperanza de vida y afectar la salud mental, ya que muchas personas experimentan ansiedad, depresión y estigmatización debido a su peso. En España, se observan notables diferencias en las tasas de obesidad según la región, lo cual refleja factores como la dieta, el estilo de vida y el acceso a servicios de salud. Según los datos del INE , las comunidades autónomas en España presentan porcentajes de obesidad bastante variados. La media nacional de obesidad se sitúa en el 14,1%, pero algunas comunidades se encuentran por encima de este porcentaje. A continuación, se presentan las comunidades con mayor tasa de obesidad. Ceuta encabeza la lista, con un 21,5% de su población con obesidad, cifra muy superior a la media nacional. Este dato resulta alarmante, ya que indica que más de una de cada cinco personas en esta comunidad autónoma enfrenta problemas de peso graves. Le sigue Castilla-La Mancha , con un 16,7%, y Asturias , con un 16,5%. En contraste, las comunidades con menor porcentaje de obesidad son Navarra, con un 10,7%, seguida del País Vasco (11,0%) y la Comunidad de Madrid (11,8%). Estas regiones muestran cifras más bajas, lo que podría estar relacionado con políticas de salud pública más efectivas, estilos de vida más activos y un menor consumo de alimentos ultraprocesados. Para reducir los índices de obesidad, es fundamental promover hábitos de vida saludables desde una edad temprana. Esto incluye fomentar una dieta equilibrada basada en frutas , verduras, proteínas de calidad y reducir el consumo de azúcares y grasas saturadas. Asimismo, es importante incentivar la actividad física regular en la población. Las autoridades sanitarias y los gobiernos regionales también juegan un papel clave en la lucha contra la obesidad. Las campañas de sensibilización, el acceso a espacios públicos para hacer ejercicio y los programas de educación alimentaria son esenciales para disminuir las tasas de obesidad y mejorar la calidad de vida de la población.
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