Con su 'Pucela roll', el vallisoletano Teo Rodríguez ha logrado un tres en raya en premios. El sabor de este bocado ganó en el provincial, el año pasado le valió el título de mejor tapa de España y -como la tradición marca que el ganador nacional represente al país en la próxima edición- este 2024 ha podido proclamarse vencedor del VIII Campeonato Mundial de Tapas Ciudad de Valladolid. Además de la satisfacción de ganar en casa ante otros quince selectos cocineros de países como Argentina, Canadá, Francia o Indonesia, se trata de la primera vez que en la competición se impone un español. «Todavía tengo el recuerdo de ganar el provincial, se me pone la piel de gallina», ha evocado el cocinero con una sonrisa de oreja a oreja. «Para mí esto es como ganar la Champions», ha comparado. «Yo no pensaba que fuera para tanto, pero, hay un antes y un después de este concurso», ha señalado, en referencia a la visibilidad y un aumento de trabajo, y dirigiéndose sobre todo a su compañero Íñigo Tizón, que toma el relevo como campeón nacional y defenderá a España en el próximo mundial. Rodríguez ha agradecido profusamente el trabajo y un «respaldo bestial» a todo su equipo, a colegas del gremio, la asociación de hosteleros, a sus 'padrinos' en Gastronomicom o a la Escuela de Cocina, además de reconocer a sus quince oponentes. «No se puede estar más orgulloso de ser de Valladolid». El «producto estrella» de su creación, como no podía ser de otra forma, es el lechazo, uno de los platos más reconocibles de la zona . Pero la idea nació de un popular dulce neoyorquino, el New York Roll, que suma a pasta de croissant chocolate y otros 'toppings'. «Surgió en el desayuno de un martes, llevé unos para compartir y nos dijimos... ¿Y si lo transformamos en algo salado?» Dicho y hecho, poco después nacería esta versión. «Es difícil que algo sea grandioso en dos o tres bocados, pero intentamos despertar esa sensación mientras estás en la barra con tus amigos, y que quede una mano libre para saludar o para brindar», explica el nuevo ganador. El primer paso conlleva preparar una masa de croissant de mantequilla, según ha indicado este jueves Rodríguez. Una pieza de unos 60x40, enrollar y cortar, para después estirar los bordes de la masa ligeramente. Al hornearlo, le ponen peso encima «para que no suba» demasiado. A continuación, se vacía el bollo para dejar el máximo espacio a su relleno. Después de varias pruebas con un guiso de lechazo tradicional, consideraron que «se quedaba corto», porque el sabor del croissant robaba demasiado protagonismo a la carne, motivo por el que le añadieron curry . El relleno se inserta cuidadosamente con palillos chinos, rollito a rollito. Una vez hecho eso, nuevo toque de horno: seis minutos a 200 grados para que se regenere el hojaldre. Por último, la composición se moja en una 'demi-glace' o salsa preparada con una reducción de lechazo (cuyo aspecto es brillante como el chocolate de la receta original) y por último, se reboza en pistacho. Y listo para hincarle el diente. Los que deseen probar la tapa tal y como fue concebida por el nuevo campeón, pueden hacerlo al menos hasta este domingo 17 de noviembre en el restaurante Trasto. No será el único bocado apetecible que se dispute los paladares: todos los concursantes y su disponibilidad se pueden comprobar en la aplicación 'Tapas VLL'.
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