La Exposición Universal de Sevilla , celebrada en 1992, fue un evento histórico que marcó un antes y un después en la proyección internacional de España y de la ciudad. Empresas de renombre aprovecharon la ocasión para mostrar lo mejor de sí mismas, y El Corte Inglés no fue la excepción. La cadena española de grandes almacenes hizo una inversión sin precedentes de más de 150 millones de pesetas para crear un espacio único dentro del recinto de la Isla de la Cartuja. Aunque el proyecto finalmente se transformó en un parque recreativo lleno de detalles emblemáticos, lo que más llama la atención es el elemento que no llegó a materializarse: un castillo medieval que iba a ser el gran símbolo del pabellón de la marca. El espacio que El Corte Inglés finalmente diseñó para la Expo 92 consistía en un parque temático de aproximadamente 3,000 metros cuadrados . Este lugar combinaba réplicas de monumentos icónicos como la Torre Eiffel, la Estatua de la Libertad, el monumento al Dios Sol y un globo terráqueo. Estas construcciones, repartidas a lo largo del recinto, evocaban las grandes exposiciones universales de la historia. Además, el parque contaba con un tren elevado del estilo más romántico de las edificaciones ferroviarias, inspirado en locomotoras del siglo XX, que recorría todo el perímetro a una altura de tres metros. A su paso, los visitantes podían observar un carrusel de diseño clásico y dos templetes musicales de hierro forjado que rendían homenaje a los hitos arquitectónicos de exposiciones pasadas. En el centro del recinto, una fuente modernista con luces y sonido aportaba un toque espectacular, mientras que otras pequeñas fuentes de metacrilato estaban distribuidas estratégicamente para combatir el calor sevillano. El parque se convirtió en un espacio ideal para que las familias disfrutaran durante la exposición, y aún hoy en día parte de sus elementos pueden encontrarse en el Parque de Atracciones de Madrid . Sin embargo, el proyecto original de El Corte Inglés incluía un elemento estrella: un castillo medieval que habría sido el eje central de su pabellón en la Expo 92. Este castillo fue construido antes del inicio del evento y llegó a ser montado, pero sorpresivamente, fue desmantelado antes de la inauguración de la exposición . Los motivos detrás de esta decisión nunca se han aclarado, dejando una pregunta abierta en la historia de este ambicioso proyecto. El castillo, lejos de quedar en el olvido, encontró un nuevo hogar en el Parque de Atracciones de Madrid , donde aún hoy sirve como acceso a una de las montañas rusas del recinto. Este traslado permitió que parte del sueño original de El Corte Inglés para la Expo 92 siga vivo, aunque en un contexto muy diferente. A pesar de que el castillo no llegó a formar parte de la Expo 92, el parque recreativo dejó una huella imborrable en el evento y en la memoria de los visitantes. Su propuesta innovadora, que combinaba entretenimiento y cultura, mostró la capacidad de El Corte Inglés para innovar y aportar valor en un evento de tal magnitud . Aunque el castillo quedó como un proyecto incompleto, su historia es un recordatorio de las grandes aspiraciones que rodearon a la Exposición Universal de Sevilla y de cómo los proyectos evolucionan en el camino hacia su realización.
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