El presidente del PP defiende una reducción de la semana laboral aunque esto no suponga trabajar menos horas, una propuesta que choca con la defensa de las 37,5 horas de los sindicatos
La patronal rechaza la reducción de la jornada laboral y deja vía libre a un pacto entre el Gobierno y los sindicatos
Alberto Núñez Feijóo participará en el congreso confederal que el sindicato UGT celebrára el próximo 25 de noviembre en Barcelona. Feijóo se convertirá así en el primer líder de la oposición del PP que toma la palabra y se dirigirá a los afiliados del sindicato, tal como ha avanzado La Vanguardia. El líder del PP desea buscar complicidades para la ley de conciliación que impulsa. Propone una reducción de la semana labora a cuatro días, aunque eso no suponga una reducción de horas trabajadas, propuesta que choca con la visión de UGT, que en estos momentos negocia para conseguir que el Gobierno apruebe las 37,5 horas semanales.
La intervención de Feijóo responde a la invitación de UGT, que tiene previsto reelegir en Barcelona a su secretario general, Pepe Álvarez, para un tercer mandato. De hecho, el presidente del PP ya se reuniró con Álvarez en octubre pasado, precisamente para contrastar su propuesta sobre la jornada laboral y mostrar el apoyo del principal partido de la oposición a las fórmulas que garanticen una mayor conciliación en las familias. UGT hizo una valoración positiva de la propuesta de Feijóo.
UGT celebrará su cónclave confederal entre los próximas días 25 y 27 en el que, entre otras cuestiones, estará muy presente la reducción de los tiempos de trabajo, que se ha convertido en una de las demandas estrella de los principales sindicatos. Esta misma semana debía haberse producido un nuevo encuentro del diálogo social para tratar de acordar una reducción de media hora diaria en los centros de trabajo –propuesta que la patronal rechaza–, pero el encuentro acabó suspendiéndose.
El PP está alineado con la patronal en cuanto a la reducción de horas efectivas, pero con su propuesta de reducción de días, Feijóo se desmarcó el pasado mes de octubre de las posiciones más intransigenters dentro de los empresarios. En ese clima, el congreso de UGT es una buena ocasión para que el líder de la oposición trate de tender puentes con los cerca de un millón de españoles afiliados al sindicato.
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