El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se desplazó este viernes a su tierra natal para tomar parte, en Compostela, en un desayuno informativo organizado por la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), con el foco puesto en el debate sobre el panorama socioeconómico de la Comunidad gallega, los retos y oportunidades que se presentan para sus tejidos productivo e industrial. Allí, reivindicó e l modelo fiscal gallego desde 2009 como «mejor ejemplo de estabilidad « y de »ambición reformista«, y lo contrapuso con el estatal, »absolutamente opuesto«, al que acusa de »asfixiar« a las familias y empresas con alzas constantes. En esa comparativa con el plano nacional, Feijóo ve en Galicia el «mejor ejemplo de estabilidad», de comunidad autónoma que sigue un «rumbo claro en políticas públicas» y que esgrime una exitosa «ambición reformista». Los resultados, dijo, «hablan por sí solos». Y enumeró: Galicia es la única CCAA que en los últimos 20 años crece por encima de la media europea, es «la segunda» que más ha crecido en España desde 2009, alcanzó un récord en exportaciones en 2023 por encima de la barrera de los 30 millones de euros; posee un índice empresarial que duplica al de España; experimenta un aumento en la inversión extranjera, mientras que en el país se contrajo un 12%; y mantiene una velocidad de desarrollo industrial «al doble» que la de España, pese a los «problemas» que experimenta el sector eólico gallego, con cerca de sesenta parques paralizados. «En definitiva, estos datos requieren, seguro, buenas dosis de rigor, de confianza, de simplificación administrativa y de política industrial y de gobiernos que han creído en las posibilidades de esta tierra«, Hitos que, para el líder de los populares, no son casualidad, sino »fruto de gobiernos que han creído en las posibilidades de esta tierra«, la »receta« para »un éxito incontestable«. El Gobierno autonómico, »al que los gallegos dan su confianza desde 2009« –cuando él se puso a su frente, hasta 2022, año en que dio el salto a la política estatal y Alfonso Rueda asumió las riendas del Gobierno autonómico–, reivindicó, ha impulsado un modelo fiscal que resulta »opuesto« al de España. «Galicia bajó 112 veces desde 2009 los impuestos, beneficiando directamente a 800.000 personas; estuvo una década sin subirlos y los baja siempre que puede«, repasó Feijóo. Mientras, el Estado, criticó, »busca fórmulas para que se paguen cada vez más impuestos«, participando en una suerte de »lucha bochornosa por ver quién pone más trabas al contribuyente«. »No es un paquete fiscal; en España, se está preparando un hachazo fiscal«, alertó. Recordó que el jueves, «por segunda vez», se aplazó en el Congreso la votación sobre la subida de impuestos, pero no la «imposición de presión fiscal sobre empresas y familias» por la parte estatal. «Quieren subir 46 impuestos, además de los 81 subidas de los últimos seis años. (...) Vemos al Gobierno luchar por asfixiar las economías de las familias. Por pudor, al menos por un tiempo, deberían posponer esta reforma fiscal«, afeó. En el encuentro lo acompañaron el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; el presidente de la patronal, Juan Manuel Vieites; y el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas. Entre el público, con los empresarios, estaban el presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices, y varios conselleiros, recoge Ep. Al terminar, Feijóo lanzó un apunte en referencia a la implantación de proyectos industriales: «Hace falta un gobierno que se proponga pasar de destruir la pobreza creando riqueza. No se puede construir una economía sólida cuando se demoniza al empresario, cuando se le trata como culpable del efecto de todos los males que aparecen. No hay justicia social sin oportunidades reales para todos. Hacen falta empresas sanas, que funcionen, y el Gobierno tiene que acompañarlas«.
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