A Fernando Alonso a veces hay que leerlo dos y tres veces para analizar si sus palabras describen simplemente lo que se le pasa por la cabeza o quiere aprovechar para lanzar mensajes encubiertos. Su nivel habitual es tan alto y son tan raras las ocasiones que se desenchufa, que a veces no hace falta dar más jabón del necesario a sus actuaciones. Él es así de bueno y hace cotidiano lo excepcional. ¿Pero fue Singapur algo verdaderamente fuera de lo común?
A la hora de juzgar cuánto es de excepcional la actuación de un piloto, las dos principales variables son la comparativa con el compañero de equipo y los cronos vuelta a vuelta. La diferencia con Stroll estas dos últimas carreras ha sido descomunal, pero a la vez, el ritmo de carrera del Aston Martin parece haber mejorado. Sin embargo, la causa podría deberse también a una excelente gestión de los neumáticos por parte de Fernando. Y que Stroll simplemente haya cometido errores puntuales, pero muy inoportunos. En definitiva, es difícil saber cuál es la realidad.
"La verdad es que no me lo esperaba para nada", declaraba Fernando Alonso al terminar la clasificación. "Hemos tenido un fin de semana bastante difícil y creo que este circuito saca todas nuestras debilidades en el coche: no tenemos tracción, giro en el volante en las curvas lentas y tampoco muy estable en frenada. En general teníamos mucho miedo a este circuito y se confirmó en todas las sesiones que no íbamos cómodos". Si Fernando describe donde está su coche, por dónde estaba Lance Stroll (no pasó el primer corte), tiene razón, pero la duda era saber cuánto había de pilotaje y cuánto de coche.
Es recurrente por parte de ese sector antialonsista restar mérito a las diferencias que en carreras, como las de Singapur, Fernando saca sobre su compañero de equipo. Los detractores acérrimos del asturiano siempre están prestos a decir que "Stroll es muy malo". Pero tan malo no será cuando en muchas ocasiones esta temporada ha estado muy cerca de Fernando en clasificación, incluso alguna vez por delante. Por tanto, no lo es de ninguna manera, pero sí parece que se viene abajo mentalmente cuando no le salen las cosas. Y este podría explicar algo del bajón de rendimiento en Bakú y ahora en Singapur.
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— Aston Martin Aramco F1 Team (@AstonMartinF1) September 22, 2024
El valor del compañero de equipo
Lance Stroll puso firme en muchas ocasiones a todo un tetracampeón mundial como Sebastian Vettel cuando eran compañeros de equipo. Algunos sostienen que el alemán estaba ya corriendo como un prejubilado, pero ni en los días malos te acercas a supercampeones como Vettel o Alonso a menos que tengas cierta clase. Con lo expuesto anteriormente, el diferencial Stroll-Alonso es, por tanto, un dato a tener muy en cuenta para saber cuánto de excepcional ha sido el piloto español estas últimas dos carreras. Sin embargo, no el único dato.
Al término de la carrera, Fernando mantuvo un discurso parecido al de entrenamientos y calificó de nuevo como poco más o menos milagroso su resultado: "De nuevo, son buenos puntos, pero acabamos doblados, no con demasiado buen ritmo, un coche complicado de pilotar todo el fin de semana, así que tuvimos suerte en sumar puntos, y era posible haber quedado 15º". Es verdad que se notaban las carencias del Aston Martin respecto al Ferrari en el duelo que mantuvieron Alonso y Leclerc en el primer tercio de carrera, pero el ritmo comparativo y la degradación respecto a los líderes parecían haber tenido cierta mejora.
El hecho de acabar doblado en Singapur, de entrada, tiene una lectura diferente a la de otros circuitos. Aquí, la dificultad de adelantar y la necesidad de refrigerar bien el coche hace que cada vuelta el pelotón se vaya estirando más y más. Buena prueba de ello es que los Ferrari eran uno de los coches más competitivos de Singapur y por sus problemas en clasificación solo pudieron progresar tres o cuatro plazas y acabaron a un mundo de distancia del ganador Lando Norris.
Por eso quizá suena un poco exagerado decir que el Aston Martin ahora mismo es el octavo o noveno coche de la parrilla. Quizá sea más justo pensar que es igual de bueno o de malo que cualquiera de los coches de mitad del pelotón y que las diferencias se sacan por ese plus que pone Fernando en su pilotaje, combinado con la buena ejecución, todo sea dicho, del equipo desde el muro de boxes. Esto lo hace bien Alonso siempre o casi siempre, por eso ha sido uno de los pilotos mejor pagados de la parrilla y a sus 43 años demuestra que no ha perdido un ápice de su forma.
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— Aston Martin Aramco F1 Team (@AstonMartinF1) September 22, 2024Tres o cuatro décimas de mejora
"Cuatro puntos más de los que merecíamos, así que estoy contento", explicaba Fernando. "Ha sido una carrera difícil, tanto en lo físico como con los neumáticos, y debemos de subir el nivel porque no tenemos el ritmo para acabar en los puntos. Necesitamos piezas nuevas, necesitamos encontrar tres o cuatro décimas si queremos volver a estar liderando ese grupo medio, y el equipo está haciendo todo lo posible". Quizá Fernando agrande de forma deliberada un poco de victimismo, buscando una reacción del equipo, que las cosas como son nunca termina de llegar. Pero puede que haya algo más.
Igual es casual, pero ha sido anunciar la llegada de Adrian Newey a Aston Martin y todo tiene pinta de ser un recordatorio al genio de la aerodinámica de que estamos ante el mismo Fernando Alonso de siempre. Ha sacado motivación el asturiano de debajo de las piedras estas dos últimas carreras y después de cumplir sobradamente en pista, las declaraciones siempre han ido un poco en esa dirección que viene a decir: "Si no es por el carrerón que he hecho, no nos comemos un rosco".
No seremos nosotros quien niegue que sin Fernando, Aston Martin estaría haciendo una temporada cercana al ridículo. Quizá por eso, como avisó hace poco también Fernando, cuando acabas octavo, muy pocos en que has hecho una carrera excepcional. Pero a Fernando no le hace falta reivindicarse. Todo aquel que sepa mínimamente de carreras sabe, que con carreras como la realizada ayer sigue estando entre los mejores de la parrilla. Y además, como se les vio a todos los pilotos sudando a chorros al bajarse del coche, uno de los de mejor forma física. Y Adrian Newey es el primero que lo sabe.
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