El fallecimiento de Julián Muñoz a los 76 años en Marbella ha dejado un vacío en quienes compartieron los últimos momentos de su vida. Entre ellos, se encuentra Fernando Marcos, el compañero de Mayte Zaldívar desde hace más de dos décadas. En medio del luto por el exalcalde de Marbella, la figura de Marcos ha brillado por su discreción y su lealtad, tanto a Mayte como al propio Muñoz, con quien mantuvo una sorprendente y cercana relación. Marcos, nacido en Ceuta en 1973, es 16 años menor que Zaldívar, pero ha sido su pilar desde que comenzó su relación en 2003, cuando la empresaria afrontaba uno de los momentos más duros de su vida: su separación de Julián Muñoz y el inicio del mediático romance de este con Isabel Pantoja . En aquel entonces, nadie apostaba por la solidez de la pareja, pero Fernando y Mayte han demostrado lo contrario, construyendo un vínculo fuerte que ha resistido escándalos, cárcel y la exposición mediática. A lo largo de los 21 años que han compartido, Fernando ha preferido mantenerse en un segundo plano , siempre a la sombra, pero presente en cada paso importante en la vida de Zaldívar. Su carácter discreto no ha impedido que fuera una figura clave en la familia, especialmente en los últimos meses, cuando la salud de Julián se fue deteriorando a causa de un cáncer de pulmón. Pese a lo inusual que pudiera parecer la convivencia, Fernando no solo aceptó compartir el techo con el exalcalde, sino que animó a Mayte a volver a casarse con él , cumpliendo así uno de los últimos deseos. Muñoz, en su última entrevista con 'De Viernes' , se refirió a Fernando con palabras de respeto y afecto: «Me trata con mucho respeto. Está muy pendiente de mí». Estas declaraciones reflejan la armonía que reinaba entre los tres, una dinámica que, aunque peculiar para muchos, fue el cimiento de los últimos días del exalcalde. Aunque Fernando es conocido principalmente por su relación con Mayte, su trayectoria profesional también merece mención. Experto en marketing digital y subastas, ha sido un socio activo en el negocio de comidas de Zaldívar, el famoso 'Puesto 85' en el Mercado de Marbella. Además, en 2018 hizo una incursión en el mundo de la televisión como concursante de 'Supervivientes' , aunque pidió regresar a la sombra rápidamente tras su temprana expulsión. Amante del deporte y la fotografía, sus redes sociales muestran su vida tranquila, alejada de los focos, y su devoción por Mayte, a quien dedica constantes palabras de cariño. La vida de Fernando Marcos ha sido un constante equilibrio entre estar presente cuando más se le necesita, pero siempre en un segundo plano, lo que le ha permitido ganarse el respeto no solo de su pareja, sino también de aquellos que, como Julián Muñoz, aprendieron a apreciarlo en sus últimos días. Sin lugar a dudas, Fernando Marcos ha sido mucho más que el 'novio en la sombra'. Fue un aliado para la familia, un mediador entre Zaldívar y sus hijas en momentos de tensiones familiares, y un apoyo esencial en estos duros últimos meses, cuando la vida de Julián Muñoz se apagaba lentamente, pero con la tranquilidad de estar rodeado por quienes más le querían.
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