Francia estudia subir los impuestos sobre los beneficios de las grandes empresas del 25 al 33,5%

El nuevo Gobierno francés, presidido por el primer ministro Michel Barnier, está estudiando subir los impuestos sobre los beneficios a las empresas con una facturación de más de 1.000 millones de euros. Lo que plantea el Ejecutivo francés es una contribución excepcional que consistiría en elevar del 25% al 33,5% el impuesto de sociedades -es decir, 8,5 puntos porcentuales- para recaudar 8.000 millones de euros en 2025 con el objetivo de equilibrar las cuentas públicas, según ha informado este lunes el diario francés 'Le Monde'. El Ejecutivo francés también plantea un nuevo impuesto sobre las recompras de acciones. En caso de aprobarse, el tipo impositivo para las empresas volvería al nivel que tenía antes de 2017, cuando Macrón lo rebajó tras llegar al poder. La medida afectaría a unas 300 empresas. Entre ellas destaca el nombre de la española ACS, que se verá afectada por el aumento en el gravamen vía Abertis, firma que opera autopistas en Francia. Además, entre las compañías galas afectadas del índice Eurostoxx 50 estarían Vinci, BNP Paribas, Société Générale, TotalEnergies, Kering o Airbus. En concreto, el Gobierno de Barnier tiene entre manos el reto de atajar el cada vez más abultado déficit público francés, que según documentos consultados recientemente por 'AFP' podría cerrar este año en el 5,6% y en el 6,2% el siguiente. Además, tendrá que hacerlo sin mayoría legislativa y con rapidez. En los próximos días deberá presentar el borrador de presupuestos y remitirlo antes de mediados de octubre al Parlamento. Francia se enfrenta a un procedimiento de déficit excesivo en Bruselas por haber gastado más de la cuenta el año pasado. El nuevo Gobierno enviará a Bruselas una trayectoria para reducir su déficit y evitar una multa antes del 31 de octubre. Se espera que Barnier, que debe presentar sus planes presupuestarios para el próximo año al Parlamento francés antes del 9 de octubre, aclare más su programa en un discurso ante el Parlamento francés el martes. Desde su nombramiento como primer ministro, Barnier ha insinuado la necesidad de una mayor equidad fiscal, además de recortes del gasto, para hacer frente a los problemas presupuestarios de Francia, una medida que le valió las críticas del bando del presidente francés, Emmanuel Macron.

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