Si bien es una cuestión en la que Galicia «lleva tiempo trabajando», la amenaza que suponen las inundaciones después de los diferentes episodios que estas semanas han azotado a buena parte del país está ahora más presente que nunca, y como respuesta el Ejecutivo autonómico ha avanzado hoy, tras la reunión del Consello, sus líneas de actuación, tanto las futuras como las que ya están en marcha, para prevenir el desbordamiento de los ríos y, en caso de que sea inevitable, minimizar sus daños. De este modo, tras actualizar el plan Inungal el mes pasado y duplicar en este año las estaciones situadas en el curso de los ríos para enviar información de su caudal (rozando casi las 100), la Xunta ha anunciado una serie de medidas legislativas enfocadas a facilitar el mantenimiento de estas zonas y la actuación en caso de ser necesario, así como dos actuaciones novedosas destinadas a minimizar el impacto de lluvias torrenciales, como zonas inundables controladas o corredores fluviales verdes. Algo «fundamental» para atajar esta problemática es la «prevención», que, tal y como ha incidido la conselleira, debe pasar, sí o sí, por la limpieza de los ríos. La Xunta, explicó, que tiene la competencia de la Cuenca Galicia-Costa, se encargó de la limpieza de unos 500 kilómetros de de río, si bien es cierto, recordó, que la Comunidad tiene, en total, 25.000 km. Para facilitar su mantenimiento, se han aprobado tres medida legislativas que buscan asegurar el buen mantenimiento de estas zonas. La primera, indicó Vázquez, es la ampliación de la declaración responsable tanto a concellos como a los particulares, que es más sencilla que pedir una autorización, para proceder tanto a la tala de árboles (de hasta el 35%), la poda o la retirada de objetos de los ríos. La segunda está dirigida a los propietarios de algún tipo de obra en zona de servidumbre que, o bien no esté permitida, o bien obstaculice el paso. Son ellos, explicó, los responsables de retirarlas en caso de que la Xunta detecte que suponen algún tipo de riesgo, y de no hacerlo, recordó, se exponen a multas coercitivas. Pero, además, ahora, teniendo en cuenta que la «seguridad» es lo primero, será la Xunta, a través de Augas de Galicia, la que haga los trabajos pertinentes. La tercera y última implica que cuando la Administración autonómica vea necesario realizar una obra en una zona de riesgo, siempre certificadas por Augas de Galicia, no tendrá que pedir ningún tipo de informe sectorial previo. De este modo, pesará más el interés público superior en defensa de la salud y de la seguridad de las personas, evitando así proyectos relevantes queden paralizados. Y además de medidas legislativas, Vázquez también hizo referencia a otra serie de actuaciones que se llevarán a cabo en esta materia, como planes de divulgación en centros escolares y campañas de comunicación. Asimismo, como novedad, se crearán los denominados Corredores fluviales verdes, que, con un presupuesto de un millón de euros, consistirá en la plantación de vegetación de rivera para reducir el riesgo potencial de inundación en zonas sensibles. Pero esta no es la única, puesto que el Ejecutivo también ha informado este lunes que apuesta por otra medida tan relevante como las áreas de inundación controladas, que ayudarán a retener grandes cantidades de agua de forma controlada en episodios de precipitaciones muy intensas para prevenir, así, el daño en otras zonas. Este mes, por su parte, estará listo el mapa de peligrosidad, licitado recientemente, informó. [Noticia en elaboración]
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