Galicia comenzará a pedir a los demandantes de empleo, cobren o no prestaciones o ayudas, que firmen un acuerdo de actividad, que establece los derechos y obligaciones de ambas partes para incrementar la empleabilidad de las personas inscritas en las listas. Una medida orientada a «optimizar» este listado con el fin de tener un servicio más eficiente y eficaz, que va en la línea de las medidas ya adoptadas por la Consellería de Política Social e Emprego para reforzar el sistema, como el Programa de Seguimiento intensivo de demandantes de empleo o el uso de la inteligencia artificial para casar de una forma más adaptada a la realidad la oferta y la demanda. Así lo anunciaron ayer el presidente, Alfonso Rueda, y el conselleiro de Empego, José Gonzalez, este lunes después de la reunión semanal del Consello, en la que la Xunta aprobó introducir, de forma pionera -siendo la única autonomía que lo aplica- el acuerdo de actividad «que está recogido por la normativa estatal para inscribirse o permanecer como demandante de empleo», como explicó el conselleiro. Se trata de un acuerdo explícito, a diferencia del compromiso de actividad, que es implícito, puntualizó. De no firmarlo, las personas que no estén recibiendo una ayuda económica por situación de desempleados quedarán excluidos de la lista de demandantes, al entenderse «que no están buscando trabajo activamente». Y perderán, de forma temporal hasta que lo firmen, derechos de la consellería de Emprego como el desarrollo de u itinerario personalizado y la priorización de selección en los procesos de intermediación gestionados por las oficinas de empleo. Por su parte, si son receptoras de ayudas, también perderán el derecho a recibir la prestación de desempleo durante los días que tarden en suscribir el acuerdo y vuelvan a inscribirse como demandantes actividad. Asimismo, en el caso de que se firme el acuerdo y no se cumplan las condiciones, también podrán ser sancionadas de acuerdo a la legislación estatal. Los que sí los cumplan, serán incentivados a través de un nuevo mecanismo de antigüedad que los favorecerá en las listas a la hora de recibir ofertas. El «objetivo», ahondó el conselleiro, no es otro que «incrementar la eficiencia y la eficacia» de estos servicios, tanto en los procesos de intermediación como en el aumento de la empleabilidad de aquellos que están en la lista, optimizando, a la vez, los recursos. Todo ello va de la mano con otras medidas, como el Programa de seguimiento intensivo de demandantes de empleo, del que el titular del ramo también hizo balance este lunes. Este plan, explicó González, está dirigido a las personas que llevan más de cinco años inscritos como demandantes de empleo pero que en los últimos dos no han realizado ni cursos ni citas de orientación laboral; los que no confirmasen su disponibilidad para tres ofertas de empleo en un año; los que no se presentan a citas de orientación ni tienen un itinerario laboral activo; o los que rechacen una oferta de trabajo o los servicios de orientación y formación si se adaptan a sus condiciones. Desde la puesta en marcha del plan, en junio de 2023, ya han participado en él unas 47.500 personas. Una medida que consiguió la reinserción laboral de más de 7.000 demandantes de empleo, y motivó que cerca de 10.400 (un 22% del total) se diesen de baja, al no estar llevando a cabo una búsqueda activa real. Asimismo, otras 6.000 actualizaron su demanda de empleo y sus circunstancias actuales y una cantidad muy similar iniciaron un itinerario de mejora de la empleabilidad. Es en el marco de este programa, indicó González, que busca excluir de las listas del paro a las personas que no están realizando una búsqueda activa de un empleo adaptado a sus condiciones, que se implantará, a lo largo de los próximos días, el requisito de firmar el acuerdo de actividad. Un proceso de «optimización» de la lista de demandantes que permite a la Administración autonómica avanzar en varios objetivos, como destacó el titular de Emprego. «Identificamos, en primer lugar, las actuaciones que están dificultando la incorporación de las personas inscritas al mercado laboral gallego; analizamos y actualizamos las demandas de empleo de aquellos que no vivieron a ninguna actividad en los últimos cinco años; mejoramos la gestión de los incumplimientos de los compromisos que adquieren las personas demandantes» y, en definitiva, se consigue una mayor «eficacia de los servicios».
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