Ganvam propone un plan de 400 millones para rejuvenecer el parque español

El caballo de batalla para las patronales del sector del automóvil durante la última década no ha sido el paso a una movilidad cero emisiones, sino reducir la edad media del parque móvil, que mantiene una tendencia creciente. En 2008, cuando estalló la crisis financiera, España había alcanzado su pico en ventas y la edad media de los coches era de ocho años. Hoy, según las cifras de Anfac, supera los 14. Por ello, Ganvam, una de las tres grandes asociaciones del automóvil –vela por los intereses de los distribuidores– ha propuesto un plan que permitirá reducir alrededor de 300.000 toneladas de CO2 al año. Porque, arguyen, que el foco de la descarbonización se está poniendo demasiado en la compra de vehículos eléctricos, pero no lo suficiente en eliminar coches antiguos del mercado, que contaminan mucho más que otras opciones térmicas que cumplan los umbrales de la normativa Euro 6. Una de las realidades de este problema es de cariz económico: los vehículos eléctricos son caros de comprar y, simplemente, hay muchas familias que no pueden permitirse reemplazar un coche que, si bien antiguo, sigue siendo funcional. «El hecho de que en España el 25% del parque tenga más de 20 años pone de manifiesto que no hay renta disponible para cambiar de coche», afirmó Raúl Palacios, presidente de la asociación. «Con incentivos al achatarramiento puro se abre el abanico de posibilidades para que los usuarios puedan escoger la solución de movilidad que más se ajuste a sus preferencias». La propuesta de Ganvam consiste en dar 2.000 euros por coche achatarrado. Si, además, se opta por comprar un coche de bajas emisiones –es decir, que suelte menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro–, podrán recibir 4.000 euros adicionales por parte del Gobierno. Además, también solicitan que los fabricantes y concesionarios adelanten 1.000 euros más. Así, se lograría un incentivo a la compra de hasta 7.000 euros, en línea con el Plan Moves actual. Gamvam subrayó que era necesario que estas ayudas estuvieran mejor coordinadas que el Moves y se recibiera el importe inmediatamente. Además, desde la organización señalan que es importante también limitar el importe de los coches que se pueden comprar, para evitar abusos por parte de los más pudientes, a 25.000 euros si se tratan de etiquetas C o Eco, y hasta 45.000 si son eléctricos, y contemplan que sean usados de hasta cinco años de edad. El presupuesto para el hipotético plan ascendería a los 400 millones de euros por año, y se podrían renovar durante otros dos. Con 1.200 millones tendría una envergadura similar a la del Moves, pero un efecto mucho más notable en la calidad del aire, afirman. Si no, en Ganvam también barajan otro, que contempla solo el destruir vehículos contaminantes. Por achatarrar un coche de más de 10 años, el dueño recibiría 2.000 euros. Sería necesario demostrar que fue el dueño durante los últimos 9 meses –para evitar distorsiones en el mercado de segunda mano–. En este caso, el Gobierno solo tendría que disponer de 100 millones. Según Ganvam, se trata de «recuperar el espíritu del Plan Prever, articulando ayudas directas a la compra para aquellos conductores que quieran cambiar su coche». El último plan de renovación del parque, el Plan Renove de 2020, fijaba cuantías de entre 350 y 4.000 euros por achatarrar coches de 10 años, pero solo llegaban a 800 euros si se compraba un etiqueta C, por lo que no tuvo mucho impacto. Desde la asociación señalan que «si bien estos progamas suponen una inversión, los planes anteriores demuestran que se puede recaudar, como mínimo hasta tres veces lo invertido, por lo que el balance fiscal siempre sale positivo».

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