Garamendi: «El Estado puede estar en las empresas, pero no para controlarlas y colocar amiguetes»

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, lanzó un mensaje contundente contra las injerencias del Gobierno sobre el control estratégico de ciertas empresas y contra el «rodillo» aplicado en las negociaciones con el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz en materia laboral, ahora centradas en la reducción de jornada. En el marco del Campus FAES 2024 , el líder de la principal patronal española señaló también, a falta de conocerse el acuerdo concreto suscrito por el Gobierno con ERC para la aplicación de un cupo catalán, que la medida pueda ser votada en referéndum si finalmente llega a término, y que en caso de ampliarse la autonomía de las regiones, algunas como la Comunidad de Madrid tengan derecho a decidir sobre las cargas impositivas. Estos fueron algunos de los principales temas que abordó Garamendi durante una charla con el director de ABC, Julián Quirós, en la que repasó las principales cuestiones del momento y también el sentir empresarial y la relación con el Ejecutivo en este momento, tras las medidas aplicadas en los últimos años, que en algunos puntos han revertido parte de los pactos suscritos y que el presidente de CEOE puso en valor al emanar del diálogo social. Un diálogo social, no obstante, contra el que ahora atenta el Gobierno desde diferentes ámbitos como es el caso de la incorporación de ciertas patronales para tratar de modificar los contrapesos de las mesas de negociación. En cualquier caso, el tono de Garamendi fue especialmente crítico con el serial de medidas aplicadas por el Gobierno que vienen a golpear la seguridad jurídica del país sobre la que debe pivotar la captación de inversión, el atractivo para que compañías internacionales decidan instalar sus negocios en España, además de las contundentes subidas de costes que han forzado la reiteradas subidas de cotizaciones aplicadas en los últimos años. Garamendi ha ahondado durante el inicio del diálogo con el director de ABC en que se debe tenga «cuidado» con «los mensajes de castigo» lanzados contra el mundo empresarial y el tono de ciertos ministros sobre la figura del empleador, en muchas ocasiones « caricaturizado » a algunos de ellos. Ponía el presidente de CEOE el ejemplo de las críticas que se produjeron cuando Ferrovial decidió cambiar su sede, reiterando que lo que deben hacer los gobiernos son políticas atractivas para venir o quedarse en España. «Pero estamos yendo en sentido contrario, porque por la vía impositiva o incluso rompiendo la unidad de mercado, se están generando más problemas», advertía en referencia a diferentes medidas -también de ámbito laboral como la reciente aprobación de la prevalencia de los convenios autonómicos y provinciales sobre los de empresa-. En esta sentido, relataba Garamendi la gravedad que implica el concepto de que las empresas no puedan ganar dinero. « Se dice que las pymes tienen que crecer, pero cuando creces te funden . Las empresas tienen que poder ganar dinero para repartir y invertir, repartir entre sus accionistas... Pero se inventan impuestos a la carta a la bancan eléctricas, y ahí hay ahorros invertidos de los españoles», señalaba el también vicepresidente de la patronal europea, lamentando que las políticas van dirigidas hacia «un reparto de la pobreza y no una creación de riqueza». Preguntado por si el Estado debe estar presente en determinadas empresas, Garamendi afirmó que «puede estar», pero «no controlar» y evitar la tentación de colocar en ellas «a amiguetes». «Lo que no puede es controlar. Se puede estar, pero no controlar. Estar, sí, porque igual es necesario por el efecto de proteger lo que es la españolidad de las empresas. El tema es, pero con este Gobierno y con otro que viniera, la tentación de colocar amiguetes. Yo creo que el drama está ahí. Si somos profesionales, se puede estar. Hay muchos fondos que están, pero no en los consejos de administración», subrayaba. Del lado de la labor negociadora que tiene la patronal con el actual Gobierno, el líder de CEOE recuerda que esta coalición ha sido el único interlocutor que ha tenido durante sus dos mandatos al frente de la patronal, poniendo en valor los acuerdos alcanzados. Eso sí, denuncia que en este momento existe una pérdida total de la confianza en tanto muchos de estos pactos han sido retorcidos por la puerta de atrás solo unos meses después de haberse suscrito tras meses de trabajo. Señalaba Garamendi el ejemplo de la reforma laboral con la prevalencia de los convenios, también el VI AENC suscrito con los sindicatos para las recomendaciones de subidas salariales para el periodo 2023-2024 -para el que presionó el Ministerio de Trabajo- y que ahora se subvierte en cierto sentido al querer una reducción de jornada a las 37,5 horas por ley, y no acordada en las más de 4.000 mesas de negociación colectiva. En este sentido, Garamendi defiende la libertad de poder acudir a las meses de negociación tripartita con la «libertad» de decir lo que las empresas piensan que es bueno para la economía y la sociedad. Y no tener que someterse a un «rodillo» en el que el resultado de las conversaciones con Gobierno y sindicatos vienen con un resultado predeterminado. Preguntado a la salida del acto de la Fundación FAES, el líder del CEOE se alineó con las declaraciones del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de que la reducción de jornada se aborde desde un plano en el que no dañe la productividad de las empresas, y también reclamando la vigencia de los espacios de negociación bipartita con los sindicatos para llevar a cabo estas medidas sobre el horario laboral. « ¿La reducción de jornada es buena para la productividad en un bar? », cuestionaba el representante empresarial. Aunque Garamendi reconoce que «hoy por hoy sabemos la intención pero no hemos visto el papel» de lo firmado entre el PSOE y ERC para el arreglo de financiación autonómica, reclama al respecto que «lo importante es la la solidaridad y la igualdad», asegurando que «esto exige que los españoles votemos lo que se nos ponga encima de la mesa». «Hay dos formas de que algo sea constitucional, una que te digan qué es y otra, que es lo que hay que hacer, que es que los españoles votemos, tenemos absolutamente todo el derecho a hacerlo», señaló En este punto, denuncia el presidente de CEOE que « se está rompiendo el país en 17 trozos ». «Y si alguien tiene autonomía para hacer eso, pues Madrid también la tendría, ¿no? Lo digo en ese tono teórico. No me vale que yo tenga la autonomía que quiero, pero sin embargo los impuestos van a ser los que hemos decidido tú y yo para todos los demás. Pues entonces cada uno decidirá cuáles son los impuestos. ¿Por qué hay que decidir que Madrid tenga que pagar lo que decidan dos o tres señores? Pues decidirá Madrid qué es lo que quiere pagar, cuando también es la que más paga», ha afirmado.

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