El magistrado recién retirado Manuel García-Castellón ha recogido este miércoles la Medalla de Oro que concede anualmente la asociación de víctimas del terrorismo Dignidad y Justicia en un acto organizado en la sede de la Escuela de Guerra del Ejército, en Madrid, durante el que ha reivindicado que se pueda llamar a «los malos por lo que son y que ocupen en la Historia el nivel residual que se merecen». «No dejemos de reivindicar a los verdaderos héroes de nuestro país», ha clamado. García-Castellón tomaba la palabra después de la ceremonia en la que ha sido condecorada con la medalla Dignidad y Justicia en categoría de Plata y a título póstumo la fiscal de la Audiencia Nacional Carmen Tagle, asesinada por la banda terrorista ETA el 12 de septiembre de 1989. El distintivo ha sido recogido por su hermano ante una ovación cerrada de los presentes, entre los que se encontraba el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso, amigo personal de Tagle. A ella ha dedicado el magistrado sus primeras palabras, en tanto que «verdadera protagonista» de un acto que anualmente distingue la trayectoria de profesionales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Justicia y la comunicación, entre otros ámbitos, en la lucha contra el terror y en defensa de sus víctimas. «Por todos ellos y por ustedes, memoria, dignidad y justicia», decía García-Castellón tras recoger su distintivo de manos del presidente de la asociación, Daniel Portero. Durante su exposición, ha tenido un «recuerdo para las víctimas de las inundaciones de Valencia» y se ha dicho «escéptico» con la respuesta que vayan a recibir de la Administración. «Viendo las imágenes de los pueblos devastados por las riadas y la gente abandonada a su suerte, reclamando un auxilio al Estado que no acaba de llegar... La experiencia reciente de la isla de La Palma me hace temer lo peor. El trato que han recibido otras víctimas, no de un atroz desastre climatológico, sino de una organización terrorista como ETA y otros grupos. Como en el caso de Tagle y tantísimas víctimas del terrorismo», ha señalado, para decirse «pesimista o por lo menos, escéptico». A renglón seguido, ha puesto en valor el trabajo de Dignidad y Justicia, que «se ocupa de manera incansable de instar a las autoridades para que no decaiga el celo antes de que la prescripción se convierta en un salvoconducto de impunidad», como el que ha librado de juicio a tres exjefes de ETA por su responsabilidad en la orden de asesinar al concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco. García Castellón investigó aquel secuestro y ejecución y reabrió en 2022 la causa para procesar a la cúpula, pero los hechos, según la Sala de lo Penal, no se pueden ya juzgar porque están prescritos.
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