Ignacio Camacho y Ricardo Suárez rastrean el esplendor de las huellas del barroco en su libro 'El pretérito perfecto'

No hay duda de que Sevilla es una invención del barroco, o al menos eso es lo que podemos apreciar en la configuración de la ciudad actual, que bebe de esa estética que crearon fundamentalmente en el siglo XVII y hasta principios del XVIII genios como Martínez Montañés , Juan de Mesa , Pedro Roldán , Velázquez , Murillo , Valdés Leal o Leonardo de Figueroa , que diseñó el soporte arquitectónico sin el cual hoy no se reconocería la idiosincrasia de la capital hispalense. Fruto de esa herencia nace el libro 'Sevilla. El pretérito perfecto ' (editorial Tintablanca), que cuenta con textos del articulista de ABC Ignacio Camacho e ilustraciones del artista Ricardo Suárez . La puesta de largo será esta tarde a las 19 horas en la Fundación Caja Rural del Sur, contando como maestro de ceremonias con el periodista Carlos Herrera .   Según apunta Ignacio Camacho en la propia web de la editorial, Sevilla es una idealización, « una utopía reconstruida por la memoria del esplendor desvanecido que permanece en la conciencia profunda de la ciudad como una seña de identidad inmune al desgaste del tiempo, de la decadencia y del olvido». Esa imagen barroca de Sevilla no es una simple herencia del esplendor del pasado, sino que se conforma como toda una filosofía de vida que se ha plasmado en tradiciones tan señeras como la Semana Santa, además de permeabilizarse en la literatura, las artes plásticas y la música. Para Camacho, «el barroco no sólo deja en Sevilla gran parte de la monumentalidad de un patrimonio excelso. Más allá de eso, configura la impronta sobre la que la ciudad aprenderá a reconocerse en el tiempo . Una manera de desafiar la realidad y acunarse en una suerte de orgulloso narcisismo a despecho de la depresión, de la quiebra, del aislamiento». Este libro no se entendería tampoco sin la mirada clara y contundente de Ricardo Suárez, artista que se ha encargado de crear una imagen de Sevilla que es deudora de esas huellas del barroco, pero sin estancarse en esa excelencia del pasado . Este pintor y escultor se doctoró en la Universidad de Sevilla, aunque también refleja la estética italiana, ya que se formó en ciudades como Roma, Florencia y Venecia. Su pintura tiende a mirar hacia el Guadalquivir , que es espejo y testigo de esa Sevilla barroca que ha sabido reinventarse a través del tiempo. La obra de este creador está presente en importantes museos y colecciones privadas.

abc.es

Leer artículo completo sobre: abc.es

Noticias no leídas