Isaac ya superó una lesión de peroné peor, y cuando volvió, le marcó un golazo al Barcelona B de Peque

La tardía irrupción de Isaac en el primer equipo, pese a que ya parezca que lleva toda la vida jugando en él, permite atravesar su historial más o menos reciente a nivel profesional a sus 24 años. También el que incumbe a las lesiones, porque el lebrijano además de sumar goles ha adolecido en distintas etapas con el Sevilla Atlético de problemas que acabó superando por su brega y su constancia. Su disciplina. El delantero titular del Sevilla las pelea todas como si fuera el último balón disputado en ese choque ante el Alavés, en la que por cosas del infortunio es Joan Jordán quien cae sobre el punta y quien lo lesiona de forma involuntaria, obligando a García Pimienta a mover ficha con un Iheanacho del que se espera mucho más, al igual que del responsable de haberlo traído a Nervión. Se encargó el Sevilla el pasado sábado de tranquilizar a sus aficionados tras las exploraciones médicas pertinentes, y a Isaac se le diagnosticó un esguince leve en su tobillo derecho , circunstancia que podría hasta permitirle disputar algunos minutos en el próximo partido ante el Valladolid, dado que la gravedad apuntaba por otras lides. Pero la de lesionarse el tobillo no es una historia a la que sea ajena el joven artillero, puesto que ya en 2021 padeció una fractura espiroidea del peroné izquierdo sin desplazamiento, como contó en su día este periódico , por la que el Sevilla decidió no hacerlo pasar por quirófano y mantener con él un tratamiento conservador. Pero desgraciadamente para el atacante, el peroné no iba a ser su único problema dicha temporada. Al tanto se preparaba Isaac, que por entonces era ubicado como extremo izquierdo, para quedarse fuera de los terrenos de juego al menos los dos próximos meses, pero la idea era que no pasase por la citada intervención quirúrgica al haber ya sido sometido a una operación en mayo a causa de sus problemas reiterados con el hombro. De septiembre a noviembre no tuvo participación alguna, y cuando comenzó los entrenamientos, e incluso fue convocado en un duelo en Primera Federación, en el compromiso ante el Andorra, fue cuando volvió a resentirse de sus molestias en el hombro.   Fue a finales de noviembre, y ahora sí, los servicios médicos del club sevillista decidieron que lo mejor para él era que pasara por chapa y pintura para erradicarlo definitivamente, por más que tuviese que prolongar los meses más duros de su trayectoria sin acercarse a un balón. Hasta abril del siguiente año, 2022, no volvió a jugar Isaac, que poco a poco fue cogiendo confianza, hasta que en el tramo final de campeonato, cosas del fútbol, se midió al Barcelona B en el que militaba un tal Gerard Fernández, Peque . Fue justo la reaparición goleadora del lebrijano para hacer el 1-0 ante el equipo que dirigía por entonces Sergi Barjuán, sucesor de un tal Xavi García Pimienta en dicho segundo equipo azulgrana. Se dio la vuelta para anotar una volea y abrir la lata en el estadio Jesús Navas, que vio la guinda de Nacho Quintana y el tanto de Ramos Mingo (2-1). El resto ya es historia escrita y por escribir en Nervión.

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