Juno se despide de su '_limbo' en un cálido abrazo con Sevilla

El pasado viernes, el patio de la Diputación de Sevilla se convirtió en un espacio íntimo y para recibir a _juno, el dúo compuesto por Zahara y Martí Perarnau. Bajo la fría noche sevillana y en medio del caos que vivía la ciudad por la carrera nocturna, los dos músicos desplegaron su característico estilo, una mezcla envolvente de electrónica y melodías , que llenó el epicentro del patio de una energía magnética. Esta presentación marcaba un momento especial, ya que anunciaron que, al menos por un tiempo, sería su último concierto antes de volver a componer. Desde la primera nota, quedó claro que _juno tenía una intención muy clara para esta noche: disfrutar de la noche que se merecían. Las luces se apagaron, y el Réquiem de Mozart empezó a sonar como si algo celestial estuviera a punto de ocurrir sobre el escenario, tan solo había iluminado un neón en el que se podía leer '_limbo', el nombre de la gira. Juno apareció en escena vestidos con dos monos blancos en los que distinguía gracias a la luz negra un esqueleto que les ocupaba todo el cuerpo. Cada uno ocupó su puesto delante de su mesa de mezclas quedando ambos mirándose frente a frente y con un potente beat que hacía que vibraran los asientos de la grada y se notara esa energía en el pecho, el dúo empezó con 'Casamurada', una pieza que combina dulzura y melancolía, creando una atmósfera casi hipnótica que combinó a la perfección con el juego de luces que iba al ritmo de la música. La simbiosis entre Zahara y Martí era evidente: se miraban, se entendían, y sus voces se entrelazaban con la precisión perfecta. Conforme avanzaba la noche, las canciones del dúo iban desplegando una paleta de colores que teñía el ambiente con la más pura de las emociones con temas que iban desde la explosión de 'A dos metros bajo tierra', 'Steffen Berkhahn' hasta la intimidad de 'BCN747', pero todos ellos acompañados de un constante espectáculo de luces y visuales, consiguiendo asemejarse a una auténtica fiesta tecno con su respectiva advertencia para personas fotosensibles. Cada elemento contribuía a crear una experiencia multisensorial que envolvía a los asistentes, haciéndolos partícipes de cada acorde, cada verso. Zahara, con su voz potente y emotiva, mientras Martí, algo más concentrado en la parte instrumental, parecía un alquimista sonoro, combinando ritmos y sintetizadores con una habilidad impecable. Uno de los momentos más emotivos de la noche fue, sin duda, la interpretación de 'SCLHR' o 'Los felices' dos temas que se presentaron con mucha delicadeza y que sacaron el lado más minimalista de la puesta en escena, pero que despertaron una de las grandes ovaciones de la noche. Otro de los instantes destacados vino de la mano de 'so payaso' un tema del grupo Extremoduro en una versión muy personal del dúo. Entonces llegó el momento de los agradecimientos, en una noche tan especial no podían olvidarse de nadie del equipo que hace posible cada espectáculo, desde el equipo técnico hasta el propio público sevillano que ha acompañado en varias ocasiones a este dúo durante la gira. Tras este emotivo momento típico de los finales de gira, Juno volvió fuerte con 'La aseguradora de incendios' y 'BCN626'. La despedida, como no podía ser de otra manera, fue apoteósica. La pista se puso a saltar con 'La canción que no vas a hacer hoy' y 'Por algo será', Zahara y Martí lograron un final de concierto tan explosivo como elegante, cerrando con 'Anikillación' y 'Los otros', que desató la euforia en el patio de la Diputación. El contraste entre los beats frenéticos y la emoción de la despedida, dejó al público entre el éxtasis y la tristeza, despidiendo a _juno con una ovación interminable. A lo largo de algo más de hora y medio de concierto, _juno demostró que su música trasciende cualquier etiqueta. No se trata solo de electrónica o pop; es una propuesta que busca explorar las emociones en toda su complejidad. Han dejado claro que, para ellos, la música no es solo un vehículo de expresión, sino también de conexión, tanto entre ellos como con su público. Con la promesa de volver solo cuando haya un nuevo álbum, Zahara y Martí se despidieron de Sevilla. Se tomaron su tiempo para agradecer al público su apoyo y su energía, asegurando que se retiraban temporalmente para crear algo nuevo, algo que, sin duda, seguirá desafiando nuevos retos musicales. La espera será larga, pero tras esta velada, no hay duda de que valdrá la pena.

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