Kapital cumple 30 años: de la noche a la que sonó una maqueta de Prince a la que Rafa Nadal se quedó en la puerta

Una noche allá por 2003, Fernando Verdasco, Feliciano López y Rafael Nadal fueron a tomar algo a Teatro Kapital . Pero el que pronto se convertiría en el mayor ídolo del tenis español, el mallorquín, se quedó en la puerta sin poder pasar porque no tenía la edad para entrar. «Eso también le pasó a un miembro de una Casa Real, pero no por ser menor de edad», cuenta entre risas el director de la sala, David de las Heras . «Intentó pasar tan desapercibido que vino con gafas de sol y no le reconocimos, pero sobre todo es que no estaba en condiciones…». Este par de impagables anécdotas es sólo una milésima parte de las muchísimas que atesora la discoteca más rutilante de Madrid, que acaba de cumplir treinta años y lo ha celebrado este pasado jueves con una gran fiesta temática llena de caras famosas, en la que se brindó por el trabajo bien hecho y sobre todo por el futuro, que según su director, «no se basará en crecer a lo bestia, sino en seguir haciendo más para cumplir nuestro objetivo primordial, que es que nuestros clientes se sientan más a gusto que en cualquier otro lugar». La leyenda de Teatro Kapital se ha forjado en un edificio con historia, levantado en 1919 por un discípulo del constructor de la Torre Eiffel. Primero fue un teatro, después se convirtió en el cine San Carlos («que era el más grande de Madrid y proyectaba películas en la azotea para 2.500 personas, algo inconcebible hoy día», señala de las Heras) y en 1983 se convirtió en la sala Titanic. Pero con ese nombre no podía durar mucho y once años después tomó las riendas del local el equipo de Kapital, que lo convirtió en un lugar de encuentro para famosos de dentro y fuera de nuestras fronteras. Han sido tantos que casi no merece la pena empezar a enumerarlos, pero no está de más mencionar a grandes personajes de la prensa rosa como Isabel Preysler, Ana Obregón, la Duquesa de Alba y Carmina Ordoñez, o algunas estrellas de Hollywood como Wesley Snipes, Pierce Brosnan o Jean-Claud Van Damme. Allí han presentado discos Mala Rodríguez, Rosario o Lola Índigo, se han hecho fiestas en honor de folclóricas ilustres como Sara Montiel o María Jiménez, se han acogido giras de relumbrón como la de la sueca ganadora de Eurovisión (por partida doble) Loreen, futbolistas míticos como el brasileño Ronaldo tenían allí «su segunda casa», e incluso se han producido momentos míticos improvisados, como el protagonizado por el mismísimo Prince, «que se trajo una maqueta suya en un maletín y la puso para que la gente pudiera escuchar un tema suyo en primicia», cuenta de las Heras, o por la estrella urbana Becky G , que «llegó con un look tan informal y 'underground' que no la reconocimos», recuerda el director. «Nos pusimos a hablar con ella, nos dijo que era cantante, nos enseñó sus canciones y no me digas cómo ni por qué, pero de pronto estaba subida en el escenario cantando su mayor hit delante de un público que se volvió loco». La consagración de Teatro Kapital como uno de los centros neurálgicos de la noche madrileña es un éxito «no solo de la sala sino también de Madrid, que se ha posicionado como una de las principales capitales del ocio nocturno del mundo, y según algunos rankings por delante de París, Nueva York o Londres», apunta de las Heras, que lleva doce años al frente del local después de haber trabajado en la discoteca Hoyo 19 y la sala Bisou, y años antes, en la administración organizando los actos de protocolo del Ayuntamiento de Madrid. «Kapital también ha puesto su granito de arena para contribuir a que la ciudad esté tan bien valorada en ese aspecto, y lo ha hecho gracias a que ha mantenido su esencia durante estos treinta años, dando vida a un espacio en el que siempre están pasando cosas diferentes y celebrándose eventos muy importantes». Los inicios de David de las Heras como director fueron «muy intensos», porque «gestionar un espacio de siete plantas, donde cabe tanta gente, te obliga a aprender muy rápido porque esto es casi más un parque de atracciones que una discoteca», asegura. Desde entonces, el peor momento de la sala, como es lógico, fueron los meses de cierre total por la pandemia. «Una época durísima para todos nosotros por la incertidumbre que pasamos toda la familia de Kapital... porque más que compañeros de trabajo, somos familia», asegura de las Heras. Las celebraciones del trigésimo aniversario de Teatro Kapital comenzaron en realidad hace unos meses con la serie de conciertos Backstage, «protagonizada por amigos que nos han ayudado durante todo este tiempo como Taburete, Modestia Aparte o Pablo López», cuenta el director de la sala, que pronto acogerá otro recital a cargo de un artista últimamente en boca de todos, Manu Tenorio.

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