La Alhambra, dos piedras y el fin del mundo: esta es la vieja leyenda que predice el futuro de Granada

Ocho siglos en pie dan para mucho. La Alhambra de Granada no solo es el monumento más visitado de España – y uno de los 10 más visitados del mundo –. El conjunto nazarí es protagonista de innumerables leyendas que ahondan en su vasta y larga historia. La más llamativa, quizá, sea la que está relacionada con dos piedras y el fin del mundo . Para situarnos en la leyenda del fin del mundo en la Alhambra , debemos ubicarnos en la Puerta de la Justicia . Es el acceso más monumental al conjunto palaciego y fue edificada en 1348. Si se levanta la vista hacia la clave del arco de fachada se observa una mano. Por su parte, la clave del arco de entrada tiene una llave. Justo encima de la llave se halla una escultura gótica de la Virgen María, obra de Roberto Alemán y emplazada allí por los Reyes Católicos tras la conquista de Granada . La mano, con sus cinco dedos, representa los cinco pilares del Islam : oración, ayuno, limosna, peregrinación a La Meca y la profesión de fe. Mientras tanto, la llave, también llamada miftah en árabe, es uno de los mayores símbolos de la fe y la autoridad en la cultura islámica. Tanto es así que Boabdil, al rendirse, entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos. Ambas vienen a representar una metáfora del poder del Islam. Para los musulmanes , la Alhambra era una fortaleza inexpugnable e indestructible. Por esta razón, cuenta la leyenda que la mano solo alcanzaría la llave el día que el conjunto nazarí se derrumbara . Y eso solo sería posible con el fin del mundo. No es la única leyenda relacionado con el uso de la mano y la llave en diversas puertas de la Alhambra de Granada . En el siglo XIX, el escritor estadounidense Washington Irving realizó una gira por Andalucía y recaló en Granada . Una de sus obras más notables es, precisamente, Cuentos de la Alhambra . Entre las muchas historias contadas por Irving , el estadounidense también reparó en el detalle de la mano y la llave. En su caso, ambos son amuletos mágicos que rigen el destino de la Alhambra y especifica que cuando la mano toque la llave, el conjunto nazarí se hará pedazos y dejará al descubiertos los tesoros que esconde en su interior. Las leyendas no dejan de ser fruto de la tradición oral popular y, como tal, son muy dadas a introducir elementos fantásticos o místicos en la historia. Lo que está claro es que la Alhambra sigue en pie casi 800 años después . Ni el paso del tiempo, ni los terremotos , ni los explosivos franceses del mismísimo Napoleón han sido capaces de hacer temblar los cimientos de esta joya de la arquitectura nazarí.

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