A medida que pasan las horas y van aflorando en toda su magnitud los daños materiales causados por la riada que arrasó el corazón industrial de Valencia hace justo una semana, el balance de daños de la catástrofe va creciendo y adquiriendo los tintes de una emergencia económica fenomenal. La última actualización de datos difundida este martes por la Cámara de Valencia estima que los daños causados por la DANA habrían alcanzado con mayor o menor intensidad al 32% del PIB de la provincia de Valencia, un área económica conformada por 68 municipios y cuyo tejido económico paga cerca del 25% de los salarios que se perciben en la provincia y explica nada menos que el 38% de sus rendimientos empresariales. El perímetro de empresas potencialmente afectado por la riada se ha ensanchado de forma considerable respecto al ultimo balance difundido, como consecuencia del reporte de daños en municipios que no fueron los mas golpeados por la riada pero que también han sufrido daños por sus demoledores efectos. Si hace unos días el tejido empresarial afectado se estimaba en algo más de 30.000 empresas, el ultimo balance de la Cámara amplia ese universo de potenciales afectados hasta 48.722. El número de trabajadores empleados por estas empresas se estima en más de 264.000. El informe difundido este martes por la Cámara de Valencia distingue cuatro niveles de afectación: una zona cero, principalmente en la Huerta Sur y la Ribera Alta, en la que se incluyen los 16 municipios más golpeados por la riada; una segunda área de 16 municipios, principalmente de la Ribera Alta, que se consideran muy afectados; y otros dos niveles de afectación media y baja. Los municipios más afectados suponen el 20% del PIB y del empleo provincial. Se trata de un área que aporta más de 13.300 millones de euros a la economía y que da empleo a 220.000 personas.
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