La cara oculta de las tecnológicas: emisiones a medias y energía sin certificación verde

La digitalización se presenta como una de las aliadas para la descarbonización de las economías y también de las empresas, pero ¿qué pasa con la transición verde de las tecnológicas? ¿Es sostenible la inteligencia artificial? ¿Y la nube ? La Unión Internacional de Telecomunicaciones lo califica de «desalentador». En su última radiografía sobre el mundo tecnológico, el organismo especializado en telecomunicaciones de la Organización de las Naciones Unidas revela que el trabajo de las tecnológicas en materia de sostenibilidad y, especialmente, el reporte de sus emisiones está en entredicho. La explosión de la inteligencia artificial y las soluciones digitales han democratizado su uso y también ha disparado el consumo de energía y de gases de efecto invernadero. Según los datos recopilados por los investigadores de la UIT en el informe «Greening Digital Companies Report 2024» en 2022, 166 de las 200 empresas tecnológicas más importantes del planeta emitieron a la atmósfera 293 millones de toneladas equivalentes de CO2, es decir el 0,8% del total de emisiones relacionadas con la energía en el mundo. Sin embargo, esta cifra es una media verdad. «Pocas compañías reportan la totalidad de las emisiones», asegura la investigación. La huella de carbono de las compañías se divide en tres apartados: alcance 1, 2 y 3. Las primeras hacen referencia a las emisiones directas de la organización, el segundo es por la energía comprada y, finalmente, la tercera son las emisiones indirectas en la cadena de valor. «Estas son las más difíciles de cuantificar porque las tienes que reclamar a todos tus proveedores», aseguran fuentes del sector. «Hay una dejadez en esta medición y recopilación», advierte la Unión Internacional de Telecomunicaciones. En concreto, sólo 27 de las 200 mencionadas en el informe hacen un registro de las emisiones de gases de efecto invernadero de toda su cadena de valor. «Es desalentador», repiten los responsables de la UIT. Esta falta de transparencia y trazabilidad, aseguran los autores del texto, deja entrever que la cifra total de toneladas equivalentes de CO2 «pueda llegar a ser hasta seis veces mayor que la que se informa». «Como modelo de inteligencia artificial, no genero emisiones directas ni consumo de recursos en el mismo sentido que una actividad física, pero el proceso de entrenamiento y operación de modelos como yo tiene una huella de carbono indirecta», responde ChatGPT de OpenAI, uno de los modelos de IA generativa más avanzados en el mercado. «Esto se debe principalmente al consumo de electricidad de los centros de datos que almacenan y ejecutan los modelos, así como a la infraestructura necesaria para mantener servidores y procesamiento de datos», apostilla. Aunque se repregunte a esta herramienta no es capaz de dar una cifra. Según datos de Google, el entrenamiento de la IA generativa generó más de 550 toneladas y consumió más de 1.280 MWh. Según la UIT, en 2023, el consumo de energía supera ya los 100 TWh, «equivalente a la cifra de un país como Filipinas», revela el reporte de la UIT. La investigación señala que las grandes del 'cloud' como son Google, Microsoft y Amazon han aumentado sus emisiones GEI un 62%. «El impacto ambiental depende en gran medida de la fuente de energía utilizada en los centros de datos y la eficiencia de su operación. Sin embargo, muchas compañías están migrando hacia energías renovables para reducir su impacto», añade la respuesta de ChatGPT. El problema es que ese cambio es desigual, según la UIT. Las compañías en Asia Oriental dominan en el consumo de electricidad, mientras que las europeas lideran en el uso de energías renovables. Pero de las que afirman comprar energía 100% verde , según este informe, «no siempre la obtienen», afirman. Otras «quieren alcanzar el 100%, pero muy lejos como Samsung y TSMC», señalan desde el organismo de Naciones Unidas. Esta es una de las preocupaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones que se suma a la poca ambición climática encontrada entre las empresas más punteras en el mundo tecnológico. «Es preocupante que el 80% de las empresas más avanzadas no se hayan comprometido a reducir sus emisiones en un escenario compatible con el Acuerdo de París», denuncia la investigación. En este sentido, el informe destaca la urgencia de mejorar la rendición de cuentas y la adopción de prácticas más sostenibles en las empresas digitales para contribuir a la mitigación del cambio climático. «A medida que crece el uso de la IA, se reduce la transparencia y rendición de cuentas de las tecnológicas», alerta la UIT.

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