La Caridad del Baratillo, en este fin de semana, luce la diadema de oro que el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, impuso a la Virgen de la Piedad el pasado 14 de septiembre en el altar del Jubileo de la Catedral. Como culminación de los cultos dedicados a la dolorosa, la hermandad celebrará una solemne función en la iglesia de San Jorge y saldrá a la calle con esta pieza . Este templo, de gran relevancia patrimonial, cerrará próximamente al culto para dar inicio a importantes obras de restauración. Con la estampa que ofrece la Virgen de la Caridad en su Soledad, se cierra un capítulo significativo en la historia de su diadema. La primitiva pieza f ue originalmente realizada para la dolorosa tallada por Fernandéz Andes cuando llegó a la hermandad del Baratillo en 1931. El 4 de febrero de 1945, ante la llegada de la Virgen de la Piedad a la hermandad, cuyo autor también es Fernández Andes, se 'presta' esta diadema a la nueva titular del Baratillo. Como muestra la imagen, la dolorosa se presentaba entonces junto al antiguo Cristo de Pizarro, que la acompañó hasta 1951, año en que fue sustituido por el actual Cristo de la Misericordia, obra de Luis Ortega Bru y con la diadema de metal dorado. Ahora en 2024, se cierra el círculo porque la Piedad le devuelve ese 'préstamo' a la Virgen de la Caridad en su Soledad con esta diadema en oro de ley que estrena cuatro nuevos brillantes, es decir, ha sido enriquecida aún más tras la coronación de la Virgen de la Piedad. Joaquín Moeckel, antiguo hermano mayor del Baratillo, ha sido el encargado de este proyecto de una diadema realizada por los hermanos Delgado. La pieza contiene 12 estrellas por las doce tribus de Israel. Además recuerda esta pieza a la del retablo cerámico de la Piedad del arco del Postigo.
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