La casualidad que dio con la fórmula de la Coca-cola, la bebida más famosa (y secreta) del mundo

Un chasquido seco rompe el silencio, seguido de un susurro sibilante. Al abrir la lata una fuerza invisible escapa, liberando una danza de burbujas que ascienden con frenesí. Un aroma dulce y ligeramente ácido inunda el aire, una promesa de placer que se despliega ante nuestros sentidos. El primer sorbo es una explosión de sensaciones: el frío que recorre la garganta, la efervescencia que acaricia el paladar y el dulzor que se expande como una ola de bienestar. La historia de la Coca-Cola es un fascinante relato de cómo un experimento casual y una serie de coincidencias dieron lugar a una de las bebidas más populares y reconocidas del mundo. Sin duda alguna, la serendipia jugó un papel fundamental en el nacimiento de uno de los refrescos más emblemáticos del siglo XX. La Coca-Cola, esa bebida carbonatada que hoy en día forma parte de la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo, tuvo un origen muy distinto al que imaginamos. Y es que lejos de ser simplemente un refresco, al comienzo estuvo muy vinculada al mundo de la medicina y la farmacología. En 1886, en la ciudad de Atlanta (Georgia, Estados Unidos) un farmacéutico llamado John Stith Pemberton se encontraba experimentando con una serie de ingredientes en busca de un remedio para aliviar el dolor de cabeza. Entre estos ingredientes se encontraban hojas de coca y nueces de cola, las cuales -se creía por aquel entonces- poseían propiedades estimulantes y medicinales. La mezcla resultante, una bebida carbonatada de sabor dulce y ligeramente amargo, fue presentada al público como un tónico «para los nervios» y un remedio para diversas dolencias, entre ellas el cansancio, la fatiga y la depresión. Su fórmula original contenía cocaína, un alcaloide extraído de las hojas de coca, ya que en aquella época la comunidad científica consideraba que se trataba de una sustancia segura y beneficiosa. La cocaína formaba parte de jarabes para la tos y vinos tónicos, debido a sus propiedades estimulantes y anestésicas. Sin embargo, a medida que se fue descubriendo que tenía efectos adictivos y peligrosos, la presión social obligó a regular el uso de la cocaína. Esto provocó que, en 1903, la Coca-Cola Company se viese obligada a modificar su fórmula, eliminando la cocaína y sustituyéndola por un extracto de hojas de coca descafeinado. A pesar de todo, la bebida conservó su popularidad gracias a su sabor distintivo y a una efectiva campaña de marketing, convirtiéndose en un símbolo de la cultura estadounidense. Asa Griggs Candler, un empresario visionario, adquirió los derechos de la Coca-Cola en 1888 y comenzó a comercializarla de una forma más provocadora. Candler comprendió el potencial de la marca, la convirtió en un producto de consumo masivo, distribuyéndola en todo el territorio estadounidense y, posteriormente, en el resto del mundo. A pesar del tiempo transcurrido su fórmula exacta sigue siendo un secreto tan solo conocido por unas pocas personas, un misterio que ha contribuido a generar intriga y curiosidad en torno a la bebida.

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