El arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, ha emitido un precepto penal en el que establece una serie de medidas pastorales en relación con el sacerdote de la diócesis, E.G.G., a quien se limita la actividad pastoral. Tal como informa la Archidiócesis de Madrid, el arzobispo establece que el sacerdote verá limitadas sus funciones pastorales. Así, el cardenal José Cobo revoca al sacerdote su facultad de confesar durante un período de 10 años, así como la de predicar. También se le prohíbe realizar exorcismos y cualquier tipo de oraciones de sanación, liberación o de imposición de manos. Tampoco podrá realizar procesos de dirección espiritual a cualquier persona. Estas medidas, explica la Archidiócesis de Madrid, se han adoptado tras «un largo procedimiento, tras una evaluación minuciosa y en consonancia con la normativa canónica vigente». La vigencia de este decreto, apunta, comenzó el pasado mes de julio y responde a la resolución final del Dicasterio para la Doctrina de la Fe tras la investigación , en la que se ha escuchado a «las personas implicadas y víctimas». Estas medidas, dice el arzobispo de Madrid mediante el citado comunicado, tienen como objetivo «el cuidado pastoral de la comunidad y la evitación de abusos y conductas lesivas, así como el acompañamiento espiritual y humano de dicho sacerdote». Reitera también el compromiso de la Archidiócesis de Madrid con la protección de todas las personas, «especialmente de las víctimas y de las más vulnerables».
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