El afamado interiorista Lorenzo Castillo ha sido el encargado de dar forma a la primera colección de joyería masculina de Grassy. La colección cápsula bautizada como 'Lorenzaccio', «nace de la pasión que siente el interiorista no sólo por el arte de la joyería, sino también por otras disciplinas como la arquitectura, la historia y las artes decorativas «, explican desde la emblemática joyería, asidua a colaborar con artistas de diferentes ámbitos en la creación de sus piezas. Una colección de sortijas, colgantes y pulseras que tienen en común la referencia a la antigüedad clásica, desde Egipto y la inspiración grecorromana al Renacimiento por su simetría y sus contenidas formas geométricas. En contraste a este clasicismo en la forma, son piezas repletas de color con tonos como el coral, el berenjena, el naranja el verde y el morado, el azul o el burdeos, entre otros. Tonalidades que juegan un papel protagonista en la colección. «Así, en la sortija Cósimo, asistimos a un auténtico delirio al mezclar el verde turmalina con el aro de esmaltes al fuego, en un estudiado desorden que pone en valor tanto la piedra talla pan de azúcar como el oro martelé de color verde», explican desde Grassy . Lorenzo confiesa que la inspiración cromática le llegó pensando en los jardines del Renacimiento y del Barroco , donde a las masas de verde se le superponían multitud de colores de las distintas especies de flor. Y es que, al igual que la naturaleza no seguía un patrón estético, algunas de las piezas de la colección, como la pulsera Greco con sus cabujones multicolores, tampoco lo hace. Hay una influencia del mundo oriental , del yin y el yang, del cuadro y el óvalo, de lo abstracto y lo figurativo. Mientras que por otro lado, algunas de las piezas, como los colgantes, están dotadas de gran modernidad por la estudiada selección de piedras y el buscado juego de vetas. También por las mezclas de texturas , utilizando piedras transparentes y traslúcidas como turmalinas, amatistas, aguamarinas y otras piedras duras como lapislázuli, malaquita, jaspe ojo de tigre o heliotropo donde se entremezclan los colores con las inclusiones de la piedra natural. Las monturas de oro se han usado para aportar brillo y luz, de un modo muy simple, como un enmarcado que pone en valor el color de cada piedra, sin robarles un ápice de protagonismo. Una exclusiva colección compuesta por 7 sortijas, 6 colgantes y 2 pulseras con precios que parten de los 4.000 euros y cuya pieza más exclusiva alcanza los 18.800 euros con la pulsera Greco , una pieza con eslabones cuadrados de oro rosa con turmalinas, calcedonias, aguamarina milky, amatistas, serpentinas y amazonitas en talla cabujón.
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