Resulta cada vez más habitual escuchar hablar de las casas modulares, edificaciones diferentes a las prefabricadas , aunque muchas veces se entremezclan los conceptos de forma errónea. Su actual auge se debe a diferentes motivos, entre ellos a la rapidez de su construcción en comparación con las viviendas tradicionales. Su camino para reafirmarse no ha sido fácil, «la prefabricación de los años 80, de mala calidad, nos hizo mucho daño», afirma el arquitecto Sergio Baragaño, con más de 20 años de experiencia en la industrialización de la arquitectura. Pero ahora la situación es muy diferente, se está consiguiendo consolidar gracias a una «tormenta perfecta», en la que es clave la subida de los precios de los materiales que favorece a este tipo de fabricación. En 2020 Baragaño lanzó la startup Room2030 , especializada en construcción modular . Un proyecto que surgió de un consorcio de innovación centrado en desarrollar, madurar y probar tecnologías para generar la habitación del futuro fabricada industrialmente y es inteligente, sostenible, flexible y saludable. «Se está empezando a aceptar bien la construcción modular incluso en proyectos residenciales de alto nivel. El cliente no nota la diferencia, se trabaja muy bien el aislamiento de los materiales, su calidad, el nivel de acabado…», resalta el responsable de la firma. Entre sus productos más novedosos se encuentra Plus, un módulo habitacional que incorpora los últimos avances en domótica, iluminación y purificación de aire y materiales certificados, concebido bajo cuatro premisas fundamentales: circularidad, salud, medioambiente y versatilidad . «Está dirigido al sector hotelero, para oficinas, home office y habitación de invitados», subraya Sergio Baragaño. Este módulo utiliza únicamente materiales certificados, de proximidad y con alto contenido de materiales reciclados o biobasados para su montaje. «Plus nace de un proyecto de innovación que busca la purificación del aire, luz saludable...», añade el responsable. La elaboración de los módulos completos en fábrica permite que los procesos sean más racionales, más rápidos, se ahorren recursos y haya un control absoluto de los residuos . «Es una opción muy interesante para viviendas en el mundo rural y en la ciudad, se puede realizar obra nueva y ampliaciones, también construcciones en altura. La casa modular permite la escalabilidad y te la puedes llevar a donde quieras, incluso la cimentación», resalta el CEO de Room2030. Además, la startup ha desarrollado un procedimiento que no utiliza agua y el proceso supone un impacto sobre el terreno mucho menor, ya que llega todo listo para el montaje. En España la construcción modular representa entre el 1 y el 2% del total, si se incluyen las fachadas rehabilitadas . «Hay países donde este porcentaje es del 20 al 30%, por lo que tenemos mucho margen de crecimiento. Esperamos que en 2030 se pueda pasar del 2 al 20%», avanza Baragaño. Reino Unido sigue siendo el país de referencia en este tipo de construcciones seguido de Alemania y Países Nórdicos. Room20230 empezó con dos fábricas en Asturias y ya van camino de tener cuatro. Fabrican en serie, bajo pedido, los modelos que han desarrollado y que el cliente puede configurar. Necesitan entre 12 y 14 semanas para la fabricación de los módulos y un día para el montaje. En cuanto a precios, «prácticamente están a la par de la fabricación tradicional», afirma el responsable. Pero con una diferencia, al hacerse en tan poco tiempo se trabaja con precio cerrado.
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