La conquista de América fue un parto que dio lugar a toda una civilización y a un intercambio cultural, empezando por el propio hecho bélico (todo hachazo o flechazo es a su manera un intercambio cultural), sin parangón en la historia de la humanidad. Pero no uno poético y florido, sino, como todos los partos antes de que se inventara la epidural, con violencia y dolor. La construcción de cientos de ciudades y de una manera de pensar y vivir que da sentido hoy a todo un continente se hizo inevitablemente sobre las ruinas de pueblos anteriores y usando sus restos para levantar un mestizo de mil cabezas. Eso no lo puede negar nadie, ni tampoco lo han pretendido los... Ver Más
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