«El número fue 2,7% (...) vaya si esto no es un milagro económico»; Así celebraba ayer el presidente Argentino, Javier Milei, los datos arrojados por la inflación en octubre. En el décimo mes del año el índice de precios al consumo moderó su crecimiento al 2,7% respecto al mes anterior y al 193% en términos interanuales. Los precios aumentan, de hecho acumulan una subida del 107% en lo que llevamos de año, pero lo hacen a un ritmo que hace que la Casa Rosada pueda sacar pecho. La cifra de inflación es la más baja para un mes desde noviembre de 2021, noticia que en realidad ya dimos el mes pasado, pero entonces el auge fue del 3,5%, de modo que hay decrecimiento. «Si durante dos meses más repetimos números en esta línea vamos a bajar el 'crawling peg' a 1%, y cuando repitamos tres meses en el 1% vamos a liberar el mercado de capitales, vamos a liberarnos del cepo», aseguró el presidente ayer frente a un grupo de emprendedores. Para contextualizarlo, hay que explicar que el 'Crawling Peg' es un sistema de tipo de cambio utilizado por algunos países para controlar el valor de su divisa frente a las extranjeras. Básicamente, el mecanismo consiste en realizar ajustes graduales y predefinidos del tipo de cambio de la moneda nacional, basándose en criterios económicos y financieros específicos y no en el mercado. Y cuando Milei habla de 'cepo' se refiere a un sistema de control de cambios vigente desde 2019 que limita el acceso a las monedas que no sean de curso legal en el país, sobretodo el dólar, que es el que actúa de valor refugio. Desde que fuera introducido por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2011, el llamado 'cepo' ha evolucionado hacia un sistema que incluye varias restricciones. Hay trabas a la compra de moneda extranjera, gastos con tarjeta de débito y crédito en moneda extranjera y servicios turísticos en el exterior, asa como límites a la compra de ciertas cantidades de dólares por parte de personas físicas así como la prohibición de hacerlo para quienes sean receptores de subsidios del Estado. Igualmente, también existe la obligación sobre los exportadores para que liquiden sus ventas al dólar oficial, entre otras cosas. Con una inflación controlada el presidente podría tener una excusa para aplicar esta medida y animar la economía, y de sus palabras se entrevé que podría hacer tal cosa a inicios de 2025. En cualquier caso, la noticia es muy buena para la Casa Rosada, pues se enfrenta a la presión de unas cifras de pobreza acuciantes. La política de ajuste fiscal del nuevo Gobierno ha permitido controlar el auge de precios, pero ha tenido como contrapartida un aumento de la pobreza, que se situó en el 52,9% de la población en el primer semestre de 2024, 11,2 puntos porcentuales más que en el segundo semestre de 2023. Además, el país atraviesa una fuerte recesión, con tres trimestres consecutivos de caída del Producto Interno Bruto (PIB), contracción que llegará a 3,5% este año según proyecciones difundidas por el Banco Mundial en octubre.
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