Si tal cosa existiera, La Mercè 2024 se postularía al premio de fiesta mayor más tranquila de la historia reciente de Barcelona. La celebración patronal se enfrentaba este año a varios malos presagios, desde seguridad hasta meteorología, pasando por las ausencias y retornos de escenarios periféricos. Pero ha superado el fin de semana, que son los días de mayor interés y riesgo, sin altercados graves ni diluvios y con buena afluencia en la mayoría de espacios, como ha relatado en profundidad EL PERIÓDICO.
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