El Atlético de Madrid es, por desgracia, un equipo secuestrado por sus ultras. Esos supuestos aficionados que, cuando las cosas no marchan bien, deciden interrumpir el entrenamiento de sus jugadores o le lanzan huevos a su propio portero. Han creado ahora una nueva regla, inédita hasta el momento: el tiempo muerto en el fútbol. Te marcan un gol y tienes quince minutos para irte a la caseta y recomponer filas. La pausa de hidratación ultra la podríamos llamar. Un espectáculo tan grotescamente infantil como ese niño que, enfadado por perder jugando a la Playstation, desenchufa la toma de corriente y se encierra llorando en su cuarto. La mejor decisión que pudo tomar Florentino al poco de llegar al club no... Ver Más
abc.es