La visceralidad de Endrick, el futbolista diabólico del Real Madrid que se zurra con todos

Lo poco que se ha visto de Endrick en el Real Madrid ha provocado sorpresa a los aficionados que no le conocían y a sus propios compañeros. De novato tiene poco. El brasileño demuestra que es un futbolista de raza, diabólico y visceral. La puerta del Real Madrid la quiere tirar por lo civil o por lo criminal, un recién llegado que lo mismo se casa antes de un partido, que se chupa una jugada de contraataque sin mirar a Mbappé y Vinícius o le pega un rodillazo a Mouriño en el partido contra el Espanyol.

Endrick no ha cruzado el charco para hacer amigos. Lo ha hecho para competir y ponérselo difícil a Ancelotti desde el primer momento que sale al campo, a sus compañeros, que ya conocen que es un depredador, y a los rivales, a los que zurra con su intensidad. La personalidad de Endrick no es la de Rodrygo, calmada, ni la de Vinícius, más caliente. Es la de un futbolista que sacude fuerte al balón, un polvorilla.

Lo que más se puede destacar de este delantero es su atrevimiento y un comportamiento canchero. En su breve etapa en Brasil ya repartía estopa en los partidos. Hay imágenes impactantes en los que se tira en plancha a los pies de un rival, otros en los que suelta un codazo, también alguna patada a destiempo y un manotazo a Cucurella, en el amistoso entre España y Brasil en el Bernabéu, que corre por las redes sociales para mostrar su agresividad. Si todo esto lo hacía siendo un menor de edad, qué no hará cuando tenga más minutos, jerarquía y experiencia.

Endrick es de los que se revuelve en el campo cuando sale para exprimir sus minutos y si le pinchan, responde. A Ancelotti, como a sus compañeros, les sorprendió su egoísmo en el gol que marcó contra el Stuttgart. "Ha tenido huevos", dijo el entrenador. "Si Endrick no llega a meter ese gol, creo que le hubiese agarrado en el vestuario y habría hablado con él", dijo Fede Valverde en Radio Marca. El brasileño no se habría intimidado, en caso de haber fallado esa jugada que se chupó en el estreno de la Champions. Los que piensan a lo grande consiguen éxitos mayúsculos. Esto es Endrick. Se come el campo, a sus compañeros y los adversarios que le tocan los cataplines.

La acción de Endrick con Mouriño por la que el Alavés pidió su expulsión#LALIGAenDAZN ⚽ pic.twitter.com/hWeUIAhzDB

— DAZN España (@DAZN_ES) September 24, 2024

El rodillazo que le dio a Mouriño fue una acción antideportiva y merecedora de expulsión en una jugada sin el balón de por medio. No entró el VAR a la revisión y provocó el enfado de Luis García Plaza, que se encaró con Ancelotti para recriminarle que tenían que haber jugado los últimos diez minutos del partido con uno menos. Endrick mereció la cartulina roja y no jugar el derbi. Hasta Simeone, cuando le preguntaron por la acción, fue sibilino para denunciar que el árbitro Muñiz Fernández y el del VAR miraron para otro lado.

Resulta, que un día después, aparecieron unas imágenes anteriores a la agresión de Endrick en las que Mouriño le da un fuerte empujón al brasileño y le tira al suelo. Lo que demuestra que seguimos sin ver todo lo que pasa dentro de un campo de fútbol por mucha tecnología y cámaras que haya en la retransmisión.

Un granuja

Endrick se toma la justicia por su cuenta y reparte estopa. Igual que ha marcado dos goles (Valladolid y Stuttgart) con dos cañonazos, pega duro a los rivales si se siente provocado o entra fuerte en la pugna por un balón. Es un futbolista agresivo en todos los sentidos. Hay pruebas en el corto espacio de tiempo que lleva en el Real Madrid y las oportunidades que ha tenido de jugar. Lo dejó patente en la acción del penalti que provoca contra el Espanyol, con un rival agarrándole de la cintura y él poniendo todo su empuje por quitárselo de encima hasta llegar al área y ser derribado.

"Estamos sufriendo y somos familias humildes": los otros afectados de las obras del BernabéuUlises Sánchez-FlorLos puestos de los aledaños del Santiago Bernabéu han sido desplazados por las obras del estadio y no regresan a la calle que ya ha finalizado su reforma. Los trabajadores están inquietos por la situación y las ventas se resienten

"Lo que me gusta de Endrick es que habla poco y trabaja mucho", dice Ancelotti para definir de qué pasta está hecho este joven brasileño que demuestra descaro, determinación y picardía. El chico de 18 años va a dar que hablar y no es solo porque es una amenaza y se atreve con todo. Es un granuja.

Con las lesiones de Mbappé y Brahim Díaz, al brasileño se le abren las puertas de la titularidad. El Real Madrid necesita delanteros, gol y aprovechar la buena dinámica de Endrick. El aficionado está deseando ver a este chico de inicio, se frotan las manos con su facilidad para acabar jugadas, verticalidad y eficacia. Si es capaz de hacer tantas cosas en diez minutos, qué podrá conseguir si juega un partido entero. La pelota está en el tejado de Ancelotti, poco amigo a darle responsabilidades a los jóvenes desde el inicio y en partidos grandes.

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