Las Ciudades Patrimonio buscan en Córdoba ideas en común para tener una nueva vida

Dubrovnik, Kiev, Oporto, Tarragona. Hay 117 ciudades de los cinco continentes que forman parte de la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial y sólo el nombrarlas en voz alta despierta gestos de admiración. Muchos disfrutaron de su belleza y otros sueñan con hacerlo en algún momento. Si ahora en Córdoba se habla de ellas no hacia fuera, para difundir su atractivo y promover las visitas, sino hacia dentro, para hablar de los desafíos que tienen sus Ayuntamientos y sus gestores para conseguir que la vida en ellas sea más sencilla. Es decir, no para quienes quieren conocerlas durante unos días, sino para los que trabajan y viven de forma permanente. Córdoba es desde este martes y hasta el final de esta semana el centro de las experiencias y del conocimiento sobre la gestión de las ciudades monumentales, en el Congreso de la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial (OCPM), que analizará desde varios puntos de vista y ejes estratégicos los restos que tienen así unos lugares de gran valor patrimonial, pero que presentan problemas comunes, desde la conservación de sus habitantes tradicionales hasta la gestión del tráfico y la lucha contra los efectos de un calor que no deja de crecer. Un gran acto en la Mezquita-Catedral sirvió para la apertura de unas jornadas de trabajo que no se detendrán hasta el próximo viernes, pero que en modo alguno son una excepción a la tónica habitual en las Ciudades Patrimonio, que han analizado todos estos retos en los últimos años. Concluyó con la interpretación de la 'Novena Sinfonía' de Beethoven por parte de la Orquesta de Córdoba. La primera intervención fue la del Nuncio del Papa en España, Bernardito Cleopas Auza , que transmitió un mensaje de Francisco en que recordaba que las ciudades «hablan de pueblos y personas, de una historia que se realiza con un ojo en el pasado y otro en el futuro». El secretario de Estado de Vivienda y Agenda Urbana del Gobierno central, David Lucas , resaltó el esfuerzo de invertir en el patrimonio, plasmado en actuaciones y en el 2 por ciento cultural, y «por hacer Cascos Históricos más habitables, de forma que se recuperen para la vida». El alcalde de Córdoba, José María Bellido , como anfitrión de la cita, aseguró que el futuro de las ciudades «debe basarse en la sostenibilidad, la gestión de recursos naturales y la promoción de energía renovable». La tecnología, en ese sentido , tiene que ser una aliada para la gestión de las ciudades históricas y para la vida de sus vecinos. Apostó por una «cogobernanza real, que involucre a los vecinos en la toma de decisiones y que se sientan parte». «Queremos que los Cascos Históricos sean vivos, zonas dinámicas donde se conviva y se fortalezcan los lazos», firmó, antes de recordar la obligación de «cuidar el patrimonio que se recibe de los antepasados». El presidente de la OCPM y alcalde de Quebec , Bruno Marchand, insistió en que las ciudades «se enfrentan a retos similares, estén donde estén», y son las crisis climáticas y sociales las que las someten a presión. «Son especialmente vulnerables» y es importante que tengan «un nuevo proyecto urbano en que se agrupen políticas, estrategias y proyectos de desarrollo que cambien las cosas». Como había explicado el jefe de la Unidad de Turismo y Patrimonio de la Humanidad del Ayuntamiento de Córdoba, Rafael Pérez de la Concha , al congreso que se celebra en Córdoba, el número 17 de los que se han hecho esta ahora, se llega después de un largo trabajo que se inició en Quebec hace dos años. Las conclusiones del trabajo que hizo en aquel congreso se plasmaron en la Hoja de Ruta de Quebec, a la que se adhirieron las ciudades participantes, y en este tiempo, tras muchas acciones conjuntas , se ponen en común los resultados de las experiencias que allí se hablaron. Los ejes estratégicos sobre los que se ha hablado y que se debatirán en estos días son la forma de recalificar el hábitat , refrescar la ciudad, transformar la movilidad y regenerar el entorno urbano. Como recordó Rafael Pérez de la Concha se han celebrado hasta doce 'webinars' , es decir, encuentros a través de internet de los representantes de las ciudades, para poner en común los problemas, las políticas y las soluciones que algunos han aplicado y que pueden ser útiles a los demás. Son, explicó, la redes colaborativas que se han mantenido en este tiempo para analizar las experiencias y los problemas con los que se han enfrentando todas ellas. Y la idea pasa por el hecho de que «los habitantes tienen que vivir» en su Casco Histórico , en su ciudad. Hay problemas de tráfico, turistificación, gentrificación y movilidad, y por eso hace falta «una gestión sostenible y durable», para que la ciudad sea «agradable para vivir y que los visitantes disfruten de ella». Los retos de la peatonalización, la forma en que las casas que están situadas en los Cascos Históricos pueden seguir siendo atractivas, la forma de cuidar la vegetación y de llevar más árboles, la recuperación de espacios y la lucha contra los apartamentos turísticos , que están llenando todas las ciudades como una irrupción muy fuerte en los últimos años, están entre sus retos, porque la idea común es que sean los mismos habitantes de la ciudad los que puedan volver a integrarse en estos barrios, y que eso lleve también a recuperar los servicios que se fueron marchando. De aquí saldrán nuevos compromisos y conocimiento que quedarán en la Hoja de Ruta de Córdoba , que marcará el trabajo para los meses siguientes. A partir de aquí tendrían que seguir sumándose ciudades y participando las que ya están.

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