En la madrugada del 9 de enero de 1959, la presa de Vega de Tera reventó a causa de las fortísimas lluvias, descargando toda su fuerza sobre el pueblecito de Ribadelago, llevándose la vida de 144 vecinos, casi la mitad de su población. Faltaban diez años para que yo naciese, pero el recuerdo de mis primeros pasos por Sanabria está marcado por casas derruidas, escombros, silencios, palabras a media voz y un ejército de cruces en los solares, a cielo raso, donde un día hubo vida y alegría. Zamora, mi Sanabria hermosa y sufrida, fue noticia nacional e internacional, aunque el Ministerio de Prensa aconsejase acallar las voces de los muertos y de los vivos. La llama de solidaridad que... Ver Más
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