Leapmotor, la última marca en unirse al universo Stellantis, llegará a España a principios de octubre a través de su red de concesionarios filial, en donde convivirán con otras marcas del grupo como Peugeot, Citroën, Opel o Fiat. De momento, el emblema ya cuenta con 41 puntos de distribución y esperan sumar hasta ocho más antes de que cierre el año. El objetivo, según la directora de Leapmotor Iberia, Mónica Mira, es llegar a los 65 concesionarios en 2025 para comercializar sus dos modelos con los que entrarán a Europa. El pequeño T03 es un eléctrico de cinco puertas del segmento A de cinco puertas cuyo precio partirá de los 18.900 euros, mientras que el SUV C10 mide 4,7 metros de largo y comienza a venderse por 34.900 euros. Estos modelos llegarán a los puntos de venta españoles a partir del 7 de octubre señaló Mira en el marco de la presentación europea de la marca en Milán. En cuanto a ventas, la marca estima que se cerrará 2024 con más de 500 unidades vendidas: 375 del T03 y 200 del C10. A nivel global, Leapmotor fabricará entre 6.000 y 10.000 unidades de estos dos productos en 2024 en las tres plantas con las que cuenta en China. Sin embargo, sus coches están sujetos a un arancel del 18% adicional como resultado de la investigación de la Comisión Europea. Por ello, la marca se plantea fabricar en alguna de las localizaciones con las que cuenta el grupo en Europa –o el propio mundo–. «Todas las fábricas de Stellantis pueden producir un vehículo del grupo con unas semanas de adaptación», afirmaron desde la compañía. Además, «pretendemos lanzar un modelo nuevo cada año y, al tratarse de una marca nueva, consideramos fundamental contar con una red de venta y posventa sólida», sentenció la directiva. En Europa, esperan que este número ascienda a entre 200 y 500 para 2026. Una de las fortalezas con las que cuenta Leapmotor es su red comercial ya desarrollada, en contraposición a otras marcas chinas, que tienen que construirla desde cero. La distribución de piezas de la red de Stellantis se lleva a cabo a través de su filial de recambios, Distrigo. El consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, se había mostrado particularmente duro con la llegada de marcas chinas a Europa, y a favor de imponer aranceles para hacer que la competencia fuera más equitativa. Los fabricantes asiáticos representan la mayor amenaza para las marcas generalistas francesas, pues compiten con ellas en precios y Peugeot, Renault o Citroën no están bien valoradas en China, como sí ocurre con las alemanas. Por ello, este año Stellantis creó una joint-venture con su nueva marca, llamada Leapmotor International, en la que el consorcio europeo controla el 51% del accionariado, con la idea de usar sus fortalezas, como la red de distribución o el equipo de comunicación, para vender coches eléctricos ya desarrollados y con buenos márgenes de rendimiento.
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