A falta de seis días para la celebración de su día grande, en el que tiene lugar la tradicional romería y misa en la Basílica de la Virgen del Camino, León ha revivido este domingo a lgunas de las más preciadas tradiciones relacionadas con las fiestas de San Froilán, como el desfile de pendones, el concurso de carros engalanados o su eterno debate del Foro u Oferta en la Ceremonia de las Cantaderas en el claustro de la bella catedral. Esta última conmemora el final del infame tributo de cien doncellas que los monarcas de León debían ofrecer a los califas musulmanes a cambio de no sufrir sus ataques y el valiente gesto de las mujeres que se rebelaron contra esta extorsión. Su espíritu ha estado este domingo representado por las jóvenes que acompañan a los representantes de la corporación municipal desde la plaza de San Marcelo hasta la catedral, al ritmo que les marca la 'sotadera', la mujer musulmana que debía instruirlas en sus nuevas costumbres. Una vez dentro del claustro se recrea el debate dialéctico con el que cada año defienden sus respectivas posturas, y que siempre concluye sin acuerdo. Cuenta la leyenda que las doncellas que iban a ser entregadas al rey Ramiro I prefirieron cortarse la mano antes de ser regaladas, momento a partir del cual se decidió negar para siempre el tributo, lo que condujo a una batalla ante las tropas de Abderramán II, al que se derrotó gracias a la ayuda del santo Santiago, que se apareció con su caballo blanco para colaborar en la derrota de las tropas moras. En agradecimiento por esta victoria, el pueblo de León hizo una ofrenda al Cabildo catedralicio, que va acompañada por Las Cantaderas, una vez liberadas de ser enviadas como tributo. Entre las autoridades que estuvieron presentes, el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, y el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Por el entorno de la catedral también se pudieron ver un total de 370 pendones pertenecientes a 234 pueblos de la provincia. Recorrieron diferentes calles en una de las citas más esperadas de estos festejos, que llena de color y tradición la ciudad, y que además cuenta con un concurso en los que se reconoce a la mejor exhibición y manejo del pendón. Otra arraigada tradición cerró esta mañana de festejos: el desfile y concurso de carros engalanados. Este año, la cifra de participantes, que también compiten en una exhibición que rememora la antigua tradición de acudir en romería a la Virgen del Camino, se redujo hasta la veintena, de vacuno, caballos y burros.
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