Los guanches eligieron habitar Punta del Hidalgo por una conexión evidente con el cosmos

Esta es una de las conclusiones de una reciente investigación del profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad de La Laguna José Farrujia de la Rosa y del historiador Miguel Ángel Martín

El estudio de los espacios de culto en el achimenceyato de Punta del Hidalgo, en el municipio tinerfeño de La Laguna, refleja que su emplazamiento en ese lugar no se debió al azar, sino que había una conexión evidente con el entorno en el que se encontraban y con el cosmos.

Esta es una de las conclusiones de una investigación del profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad de La Laguna José Farrujia de la Rosa y del historiador Miguel Ángel Martín, que han publicado los resultados de un proyecto destinado a rescatar la memoria guanche del municipio y, en particular, del denominado achimenceyato de Punta del Hidalgo.

La investigación ha sido publicada por el Ayuntamiento de La Laguna y editada por Bilenio Publicaciones, y el centro docente ha informado este lunes de que el proyecto en cuestión se adentra en el referido achimenceyato, cuyos jefes fueron Aguahuco y, posteriormente, su hijo Zebenzuí.

Asimismo, la investigación aborda aspectos claves relacionados con este territorio y recupera topónimos guanches que, a pesar de que figuran en las fuentes escritas y en la tradición historiográfica, se habían perdido y no habían sido ubicados geográficamente.

Es el caso, entre otros, del Roque de los Dos Hermanos, cuyo topónimo guanche es Aramuygo.

La investigación aborda además el mundo de las creencias guanches a partir del estudio de numerosos yacimientos arqueológicos, como las estaciones de cazoletas y canales, las cazoletas de mar o las cuevas santuario, entre otros.

El análisis de estos espacios de culto refleja que su emplazamiento no es azaroso, pues existe una conexión evidente con el entorno en el que se encuentran y con el cosmos, es decir, según los investigadores la localización de los sitios sagrados obedece a un conocimiento ancestral.

Los guanches de ese extremo de Tenerife vivieron y murieron en un espacio que se caracteriza por una orografía escarpada, por la presencia de montañas elevadas, que fueron veneradas junto a otros elementos de la naturaleza que sirvieron como referentes para sus creencias.

El achimenceyato, en este sentido, fue entendido ancestralmente como un lugar de proyección y de significado.

La investigación, a su vez, evidencia cómo determinados espacios sagrados del mundo guanche se integraron en el sistema católico tras la conquista, fruto del sincretismo desarrollado por el colonizador y de la pervivencia en la isla de los descendientes de los guanches.

Un ejemplo claro lo representa la zona de La Punta del Güigo, en cuyas inmediaciones se levantó la Ermita de San Juanito.

El proyecto va asociado a un cortometraje, ‘Aramuygo’, dirigido por Horacio González, de Guanil Producciones, que cuenta con guion de José Farrujia de la Rosa.

Con el audiovisual se pretende acercar al gran público al mundo guanche y, en particular, a una zona que fue especial para las creencias de los guanches y también para las de sus descendientes, tras la conquista.

“Estamos, sin duda, ante un proyecto que nos introduce en una historia y en un territorio lleno de conocimientos, tradiciones ancestrales y espacios cargados de sabiduría”, apunta Farrujia.

El acto de presentación del libro que recoge los resultados del proyecto tendrá lugar el jueves 21 de noviembre, a las 18 horas en el Antiguo Convento de Santo Domingo, en La Laguna y allí se proyectará el documental asociado al proyecto. 

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