El alcalde de Córdoba , el popular José María Bellido, ha abordado este miércoles, a preguntas de los periodistas, la posibilidad de que la construcción de la primera fase de la Ronda Norte acabe generando protestas ciudadanas . El PSOE ya ha apuntado a ellas y el Consejo de Distrito Noroeste (el directamente afectado por esta infraestructura de comunicaciones) ha reiterado que lo que piden es un soterramiento de la futura vía: fundamentalmente se intervendrá entre las glorietas Académica García Moreno (intersección con la Ronda de Poniente, frente al centro de ocio El Tablero) y la de Carrefour Sierra (Santa Beatriz), generando una remodelada avenida de la Arruzafilla. El alcalde ha asegurado que « no temo movilizaciones » ciudadanas por la primera fase de la Ronda Norte. «Cuando los vecinos conozcan con detalle el proyecto , les va a encantar », ha defendido. Y ha recordado que el día 28 mantendrá un encuentro con los habitantes de esta zona para abordar este viario. Tras recordar que el tramo que se va a acometer -la Junta ya ha aprobado el gasto y quiere licitarlo antes de fin de año- «nunca se ha planteado bajo tierra», ha detallado las ventajas que supondrá la remodelada avenida de la Arruzafilla respecto a la exitentes para los residentes en ese enclave. Ha señalado que «el tráfico se separará del barrio ». En concreto, se empujará 21 metros hacia el Parque de la Arruzafilla, actualmente en construcción. Se generará una vía de servicio enfocada a los vecinos y que facilitará el acceso a la remodelada avenida. Ha precisado, luego, cómo será la pantalla vegetal que se creará entre la vía y los bloques: «Será una zona verde de hasta ocho metros de ancho , que tendrá elevación . Será una pequeña loma. Servirá de barrera tanto acústica como visual». Bellido ha expuesto que «seguirá habiendo cuatro carriles; exactamente igual que ahora, pero mucho más separados de los veicnos y las casas». Dichos cuatro carrilles, ha continuado, «van cincuenta centímetros deprimidos », contribuyendo a la disminución del impacto acústico. Este último es la gran preocupación de los vecinos. Dentro del paquete de medida pensadas para hacer más amable la nueva vía a los residentes, ha indicado que esta vía mantendrá los tres semáforos actuales , para «regular la movilidad peatonal y evitar que se alcancen grandes velocidades. Continuará la limitación a cincuenta kilómetros que tiene actualmente la vía». Ha añadido que, cuando se terminen las obras, además, el Ayuntamiento dispondrá el semáforo del centro de esta vía con un mecanismo que activa el rojo si se detecta una velocidad superior a 50 kilómetros por hora y, si se salta dicha señal, se multa . En definitiva, ha añadido el primer edil, «si se hace una foto de lo que hay ahora y de lo que habrá, no habrá clolor». «Es indudablemente, mejor», ha reiterado. Por último, el primer edil ha aportado un argumento conocido: la avenida de la Arruzafilla tendrá un nivel de tráfico « infinitamente inferior » al del Vial Norte. «Y no se plantea que esta última vía se soterre», ha defendido.
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