La consejera de Educación, Rocío Lucas, lamentó ayer la «callada por respuesta» y el «desprecio» que, aseguró, está dando el Gobierno de España a los requerimientos de la Junta para obtener información sobre los plazos para la puesta en marcha del proyecto del Centro de Innovación, Tecnificación y Alto Rendimiento para la Formación Profesional (Citar) en Segovia. Según referenció Lucas durante su intervención en el pleno de las Cortes en respuesta a la pregunta de la procuradora socialista Alicia Palomo sobre las acciones que está llevando a cabo la Junta para que este centro sea una realidad, el Gobierno autonómico no sabe «nada del asunto» porque ni el Ministerio de Educación, ni el de Presidencia ni la Vicepresidencia del Gobierno «han informado nada todas las veces que hemos preguntado». Por ello, la consejera de Educación aseguró que se trata de «un nuevo desprecio del Gobierno a Castilla y León en Segovia», con una decisión «unilateral» para no llevarlo a cabo que se une al anuncio realizado «en época electoral» de su puesta en marcha, por lo que invitó a los socialistas a preguntar al Ministerio de Educación «porqué dijo que sí y luego que no».Palomo, por su parte, recordó que la inversión anual comprometida por el Gobierno para la instalación de este centro en la capital segoviana es de 2,5 millones, pero lamentó que el alcalde de la ciudad, José Mazarías, «desprecie esta oportunidad para Segovia». Por ello, pidió a la Junta que «tome cartas en el asunto y exija al alcalde que «deje su boicot inútil» a un centro «diseñado para ser referente en innovación en Formación Profesional» y que supone «una oportunidad para diversificar las posibilidades de desarrollo de Segovia», informa Ical. Fue la secretaria general de FP del Ministerio de Educación, Clara Sanz, la que vio «inviable» el proyecto al afirmar que el actual Ayuntamiento lo había reducido a 655 metros cuadrados -una tercera parte- con un gasto de mantenimiento de 142.450 euros. «El Citar es un proyecto muy grande, que no se puede escalar», argumentó Sanz precisamente desde Segovia. Por su parte, el alcalde de la ciudad denunció que «han basado su decisión en errores de bulto» tras 15 de meses de trabajo continuado «para apurar cualquier posibilidad que hubiera de que el proyecto fuera una realidad». Así, Mazarías mostró su descontento por el «maltrato y engaño» del Gobierno «ocultando la realidad de un proyecto que no ha existido nunca».
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