Por primera vez, el máximo responsable de la diplomacia de la primera potencia mundial se desempeña en español. Y Marco Antonio Rubio no habla un español aprendido y titubeante, lleno de errores o calcos del inglés, sino un español auténtico, cubano, con su característico seseo. Este rasgo es evidente en frases como la que pronunció en el Senado hace poco, que bien podría representar una nueva declaración de intenciones para la diplomacia del segundo mandato de Donald J. Trump : «Estados Unidos debe dejar claro al pueblo de Venezuela, Cuba y Nicaragua que América sigue aquí y apoyará su lucha contra la tiranía y el terrorismo». Era esa frase parte de un discurso de crítica a la política de la... Ver Más
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