Mario Armero, una de las figuras clave de la industria automotriz española, ha fallecido hoy en Madrid a los 68 años de edad, consecuencia de un tumor detectado antes del verano. Durante casi una década, estuvo al frente de la asociación nacional de fabricantes de automóviles, Anfac, coincidiendo con el paso de las grandes marcas hacia la electrificación. El licenciado de Derecho por la Universidad Complutense de Madrid ocupó varios cargos de máxima responsabilidad, tanto en empresas productoras, como General Electric, pero siempre estuvo ligado a las corporaciones financieras, que es donde desempeñó su carrera después de su paso por la patronal automotriz. La última de ellas fue en el fondo alternativo francés Tikehau Capital, en donde era el presidente para los mercados portugués y español y gestionaba activos por valor de más de 40.000 millones de euros. Además, Armero también participaba en varios consejos de administración, como los del Instituto de Estudios de Automoción, INDO, Bankinter Consumer Finance y estuvo con anterioridad en el de Gas Natural Fenosa, en representación del fondo estadounidense Global Infrastructure Partners (GIP). El directivo pasó a ser vicepresidente ejecutivo de Anfac en enero de 2020, un cargo que se creó con su llegada en 2011 para que la organización tuviera un presidente proveniente de un fabricante y otro responsable de las operaciones cotidianas. En 2020 se planteó a Begoña Cristeto, antigua secretaria general de Industria y Pyme durante el Gobierno de Mariano Rajoy, pero la ley de incompatibilidades de lo impidió a la candidata, que pasó a llevar temas relacionados con la industria automotriz en KPMG.
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